sábado, 18 de diciembre de 2010

La fuerza del proyecto

Compartimos y difundimos nota del cro Erico Westergaard, Turismo Participativo



Más allá de la siniestra utilización por derecha e izquierda de los luctuosos acontecimientos que empezaron con el asesinato de Mariano Ferreyra, al que se le sumaron los de los representantes de la comunidad Qom en el Chaco y los que por estos días ensombrecen las calles de la barriada porteña de Villa Soldati, creo preciso enmarcarlos en una natural evolución del proceso de inclusión y democratización de las oportunidades que diera comienzo con la irrupción del Kirchnerismo en la vida nacional. A nadie se le debería escapar que el nivel de las medidas de igualación social tomadas por los gobiernos de Néstor y Cristina tienen entidad en sí mismas para alentar su multiplicación a efectos de seguir acortando la brecha que separa al privilegio de los desheredados. Debe haber pocos sentimientos que superen la hondura que tiene el de la dignidad y estos años fueron pródigos en su recuperación por parte de millones de compatriotas. Razón suficiente para movilizar a los que aún viven sumergidos en la indignidad de la exclusión. No hay manera de frenar las ansias de justicia cuando anida la convicción de que la misma es posible, cercana, palpable en los centenares de avances que en tal sentido registra la realidad. Quienes viven en Argentina, no importa si nativos o no, saben de la existencia de un proyecto nacional y popular que los cuenta entre sus protagonistas, que los tiene como destinatarios de las decisiones con mayor volumen reparador que recuerden los últimos casi sesenta años. Las señales los autorizan a pensar que ha llegado su tiempo. Solo hace falta acercarse a un obrero de la construcción con eterno presente de informalidad y sentir su emocionada alegría al mencionar la Asignación Universal por Hijo. No es solo por el dinero que significa. Hay algo más. El hombre se ha sacudido el estigma de paria que lo acompañó toda su vida. Hoy cobra la “familiar” al igual que un bancario o mercantil. Esta sensación de pertenencia se cuela como viento libertario entre los pobres que se contagian del anhelo. Preocupa al poder económico y deja escuálidas las huestes de losdueños de la revolución social de laboratorio quienes, como en las jornadas por la 125 en 2008, se unen en el intento de lastimar políticamente al gobierno.
Aclarar las circunstancias, detener y enjuiciar a los criminales y denunciar el oportunismo de quienes pretenden capitalizar para sus mezquinos intereses las justas demandas populares son tareas imperiosas. Pero también es necesario hacer hincapié en la necesidad de esclarecimiento, compromiso y multiplicación del esfuerzo por parte de quienes nos sentimos integrantes del sueño independentista nacional y latinoamericano –desde los más altos funcionarios hasta el militante más humilde- para ponernos al frente de esta construcción que, en su horizontalidad, muestra los mil colores de la diversidad. El Proyecto Nacional, Popular y Latinoamericano ha probado tener la fuerza conceptual suficiente para generar respuestas idóneas a cada una de las problemáticas que se presenten como obstáculos en el camino de sus cometidos. Se ha prendido tanto en la voluntad general como para que ésta haya decidido ya la continuidad de su líder en el próximo periodo de gobierno. Pero la consigna que provoca tanta adhesión es su profundización y eso no significa otra cosa que sus beneficios alcancen a todos los habitantes. En eso hay que trabajar.

turismoparticipativo@hotmail.com

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