lunes, 12 de abril de 2010

¿Qué está pasando?

A nueve meses del veintiocho de junio, algo está pasando. Cuando desde Iniciativa Popular intentamos esbozar las razones determinantes de la derrota electoral del campo popular nos negamos a admitir sus razones más aparentes y sostuvimos que la causa principal obedecía a lo que dimos en llamar “los datos duros de la realidad material”.
Tanto para explicar la gravitante incidencia en esos resultados que tuvo el conglomerado social arrastrado por los representantes de la “revolución agraria” cuanto la indiferencia de muchos sectores populares hacia la suerte de un gobierno que con todas sus contradicciones había desandado gran parte del camino de la patria financiera y empezado a recorrer el de la patria productiva, grande, justa y soberana.
Es que el país, el pueblo, aparecía marcado más por la fuerte y sostenida expansión agraria, anterior y concomitante a las gestiones de Nestor y Cristina que por las medidas nacionales y populares que se fueron instalando progresivamente desde el 2003. Es que las medidas o los cambios que se van instalando en la superficie de la realidad necesitan del tiempo para echar raíces y dejar cicatrices en el cuerpo social.
Hace falta la sucesión de varias paritarias, cobrar unas cuantas veces las jubilaciones y las nuevas asignaciones familiares por hijo, disfrutar un tiempo de la democratización del futbol o de la accesibilidad al crédito barato para el consumo, observar varias veces quiénes y cómo se paran en la cancha cada vez que se desata la dura lucha por el costo de vida, en definitiva quiénes defienden o atacan el bolsillo del pueblo cuando se discute la carne, la leche y el disfrute de la riqueza que se produce.
Sospechamos que el pueblo empieza a reconocer los esfuerzos del gobierno, y no porque lo vayan a decir los diarios o la televisión. Se palpa en el retorno del turismo popular, en la invasión de los centros urbanos comerciales por sectores populares de modestos recursos, en convocatorias espontáneas como la de 678 en la capital o aquí mismo en Córdoba, con presencia de mucha gente joven. O a la convocatoria en el estadio de Ferro. O la remozada masividad a los actos del 24..
Otras medidas requieren de tiempos más largos para ser instaladas y para que calen hondo en el sentimiento popular, como la ley de medios audiovisuales, la recuperación de las empresas e instituciones del estado (fábrica militar de aviones y de explosivos, el CONAE), el realineamiento político internacional, la recuperación de la justicia y de fuerzas armadas identificadas con los intereses nacionales, el 6% del presupuesto nacional para educación y el rescate de la educación tecnica, la necesidad de la intervención directa del Estado en las políticas de generación, comercialización y distribución de la riqueza nacional..
Por eso decíamos que ni la presión mediática sobre el pueblo ni las contradicciones o inconsecuencias mismas en el seno del gobierno popular alcanzaban para explicar la derrota. Que en lo esencial el gobierno no había conseguido hacer carne en el pueblo la percepción concreta del modelo nacional y popular. Que eso requería tiempo y consecuencia en la profundización de las medidas nacionales y populares..
Consideramos que la gestión de Cristina ha ganado en profundidad y firmeza, con una admirable entereza para defender con claridad conceptual envidiable las posiciones del gobierno aun en las más ásperas de las pujas con la oposición.
Con miras hacia el 2011, creemos que tanto el tiempo como la naturaleza misma del acto electoral (recambio presidencial) van a jugar a favor del gobierno popular. En la medida que se sostengan las conquistas logradas y se profundice el rumbo general de la economía hacia una intervención más cuidadosa y decidida del Estado, el movimiento nacional y popular seguirá gozando de buena salud, fuera del alcance de la restauración conservadora.
También está jugando a favor la alianza contranatura que campea en la oposición. No podrán gobernar un parlamento con mayorías circunstanciales cuando se juegan sillas o con la sola razón de torpedear al ejecutivo. En algún momento se tratarán leyes que pretendan regir la conducta y los intereses de los argentinos, y allí la “mayoría” saltará en pedazos.
Por eso es necesario que el ejecutivo promueva leyes que profundicen el proceso. La ley de entidades financieras o la implantación de un sistema tributario progresivo (más paga quien más tiene), no permitirá los acuerdos circunstanciales entre Solanas, Menem, Stolbizer, Carrió, Morales y Rodríguez Saa. Es necesario trazar en el Congreso la raya demarcatoria entre el campo popular y la restauración neoliberal. Si hay quienes están dispuestos a cruzar el charco por una silla, tendrán la respuesta que se merecen cuando el pueblo vote en el 2011.
Esa afirmación tiene su fundamento en la conducta de Solanas cuando la formación de comisiones en el Congreso. No se puede correr gratuitamente al gobierno un día por izquierda y otro por derecha, o siempre por izquierda haciendo el juego a la derecha. Tampoco se puede gozar de las tertulias televisivas del establishment sin hacerle el juego a sus intereses. Tarde o temprano el oportunismo se paga. Es muy cómodo llamar a la movilización contra el hambre o por el no pago de la deuda externa haciendo la plancha hasta el 2011 mientras pega con la derecha a Cristina como si fuera Menem.
Pero no solamente la centroizquierda puede sufrir el castigo de su pragmatismo en la construcción de poder político. Las reiteradas apelaciones a la vuelta al redil de personajes como Schiaretti, Riutort o De la Sota en Córdoba, nos hacen temer que en vistas al 2011 se pueden volver a cometer los mismos errores en la construcción polìtica del kirchnerismo en Córdoba, propiciatorios de una nueva derrota popular en las urnas.
Esta Provincia sigue siendo el coto cerrado del neoliberalismo a pesar del gobierno nacional. Una cosa es el trato, las negociaciones y por tanto las concesiones que se pueden hacer entre un presidente y un gobernador por razones institucionales y otra muy distinta es dejar en manos del neoliberalismo la referencia del campo nacional y popular en Córdoba.
Sabemos de nuestra fragilidad orgánica y cuantitativa, pero nadie puede privarnos del derecho de apoyar decididamente al proyecto nacional y popular con referentes clara y consecuentemente enfrentados al neoliberalismo enquistado en el poder provincial Para eso estan los referentes prestigiados por su despliegue al servicio del pueblo en el campo de la cultura, de la universidad y de las luchas propias del movimiento obrero organizado y de los derechos humanos. A caminar con ellos, no con los enemigos.

3 comentarios:

  1. Muy bueno el análisis compañeros. Excelente Pedro querido. Un abrazo a todos.

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  2. Me parece muy buena apreciación y comparto las preocupaciones sobre lo de Córdoba. Lamentablemente estas cosas no seceden solamente allí.
    Un abrazo
    Lido

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  3. Muy buena nota, felicitaciones cumpas.
    Un abrazo
    Delsio

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