lunes, 31 de mayo de 2010

Difusión: UN DISCURSO QUE INCOMODA AL PODER PUNTANO

Notas de San Luis Despierta
El discurso que fue leído ante las autoridades del gobierno en los actos conmemorativos por el bicentenario
y que el diario de la República, propiedad de los Saá no hizo referencia.

"Señoras y señores, autoridades, docentes, alumnos y compañeros egresados de la promoción 2010: Hoy celebramos esta 93º edición de la Procesión Cívica. La luz de nuestras antorchas iluminan las calles de
San Luis, en representación de los jóvenes que son el futuro de esta  sociedad. Por este motivo, en esta nueva Procesión Cívica, los alumnos de la escuela Normal “Juan Pascual Pringles” los invitamos a
reflexionar en base a nuestro lema “jóvenes del bicentenario: La patria nos reclama, escuchémosla”.
Este lema expresa el importante rol que tenemos nosotros como jóvenes  en esta sociedad, somos el futuro y contamos con todos los recursos para pensar y actuar en base a nuestras convicciones. Debemos tener
como objetivo un proyecto de país que nos contenga a todos, con una educación crítica que sea el pilar fundamental.
Hoy estamos en víspera del aniversario de aquella significativa revolución de mayo, que hace 200 años atrás nos marcó un camino hacia la independencia, independencia que aún debemos construir para lograr un país prospero y digno.
Ese camino revolucionario, comenzado por nuestros antepasados, fue promovido por magnificas ideas libertarias. Esto provocó deseos de soberanía a los habitantes de nuestro país, cansados de la dominación
española.
Una soberanía por la que no debemos dejar de luchar, sin perder las esperanzas que a veces decaen, al ver como son usurpados nuestro futuro y nuestros sueños. Debemos terminar con esos poderes que siguen
provocando la vulnerabilidad de derechos que son escenciales para el desarrollo de esta sociedades mas justas e igualitarias; potencias que sometieron a la fuerza a los habitantes originarios en 1492, y borraron parte de nuestra identidad, violentando culturas y religiones. Esos mismos que hoy hacen que su riqueza gire en torno a la miseria de América Latina.
Evoquemos el ideario de lo que lograros heroicamente los grandes idealistas de 1810, recordemos a Mariano Moreno y su Plan Revolucionario de Operaciones, en el que defendía el proteccionismo económico ante la expropiación de nuestra tierra para intereses de españoles y realistas.
A Domingo French y Antonio Beruti, que no repartían precisamente escarapelas, sino que presionaban con grupos armados para que la Revolución de produjera.
A Manuel Belgrano que sembraba escuelas a la Patria y devolvió guaraníes a sus tierras usurpadas. A Juan José Castelli cuando anunciaba, en el Alto Perú, el fin de la servidumbre indígena declarando “todos somos iguales en esta tierra”. Esta idea, que parecía muy lejana, hoy la observamos en Bolivia. Allí gobierna Evo Morales, el primer mandatario de origen indígena de América Latina. Este es uno de los hechos que nos demuestran que ideas que parecían utópicas, luego de tantos avances y retrocesos, acuerdos y diferencias, pueden convertirse en realidad 200 años después.
Un período que engloba entradas y salidas de crisis latinoamericanas, como los golpes militares, y democracias débiles y efímeras. Crisis económicas, como por ejemplo sigue siendo la soberanía sobre las Islas Malvinas, que comenzó hace bastantes años, y sigue estando ocupada por habitantes ingleses; o como el reciente conflicto de las papeleras en el Río Uruguay.
Debemos remarcar el actuar de nuestro Gobierno Provincial ante la expropiación de tierras en Estancia Grande. Esto es claramente un ejemplo vigente de aquella conocida “Campaña del Desierto”, realizada
por Roca cuando se les quitó todas las tierras a los pueblos originarios. Este es otro conflicto territorial que nos toca vivir en estos días.
Entre estas y otras problemáticas, nosotros, la juventud actual, no debemos permitir que nuestras ilusiones se pierdan. Tenemos que construís un país sin extorsiones, sin medios que resaltes los conflictos mas graves de las diferentes sociedades, ni opriman nuestras posturas con ilusorias realidades, y con mentalidades
inmóviles y cerradas.
Debemos ser mas desafiantes y creativos ante estos sistemas petrificados a los que queremos transformar, y comenzar a creer en nosotros mismos, en la fuerza como unidad a la que podríamos llegar si la pusiéramos en práctica con fuertes convicciones.
Debemos, todavía, seguir luchando contra esas mismas fuerzas que causaron masacre, que sembraron la injusticia y la barbarie en nuestra tierra americana.
Esto es necesario en pos de un país justo, digno y soberano, sin dejar que las tentaciones de esta sociedad dominada por los poderosos nos cieguen ante esta realidad. Sin quedar debajo de la pirámide jerárquica conformándonos con superficialidades, clamando integridad y sobretodos a nuestra dignidad a la que tratan de acallar personas corrompidas por el poder, el dinero y el autoritarismo.
Finalmente, hoy, más que nunca, en este año del Bicentenario del nacimiento de la Patria, debemos preguntarnos, como lo hace el historiados Osvaldo Bayer ¿Qué nos pasó a los argentinos después de
esos principios de Mayo, plenos de generosidad y de la búsqueda de la igualdad por medio de la libertar?
A la respuesta debemos reflexionarla, para por fin conseguir la tan ansiada independencia real, con trabajo, salud, educación y justicia para todos los habitantes del pueblo argentino.

AUTORES:
Bardossy, Ana Paula (6ºB1)
Palasí, Dionila (6ºC1)
Marchioni, Juan (6ºC2)

La carroza de la 93º Procesión Cívica

Fuente: http://lajaboneriadevieytesdigital.blogspot.com/2010/05/un-discurso-que-incomoda-al-poder.html

Difusión: Juan Montes ¿Cómo no va a generar odio?

Se habló del país virtual y el país real. Entre ambos, emerge a su vez, un tercer país: el país de la percepción que viene a desvirtuar, tímidamente, el apocalipsis que promueve el primero y a descubrir, con la misma timidez, algunas certezas esperanzadoras del segundo. Esta nueva lectura que algún sector de la sociedad comienza a hacer es consecuencia de una actitud política: instalar el debate social, resignificar la participación activa de base y confrontar antiguas dicotomías rayanas al tabú, al prejuicio y en el peor de los casos, al desinterés. Este, y no otro, definitivamente es el mayor y mejor logro de esta mujer, que, guste o no, es la presidenta Cristina Fernández. Todos los demás aspectos son desprendimientos de esta decisión. Y es éste y no otro, definitivamente, el caldero donde hierve el caldo del odio, la sal que hiere al dibuk, las causas que causan terror.
A partir de esta premisa hay que destacar algunos méritos. Entre ellos está el que habiendo sufrido una conspiración de acontecimientos que auguraban su fracaso, pudo salir airosa y sin triunfalismos, como un bote que emerge de la furia tormentosa en el océano. Remontó la crisis internacional, padeció uno de los mayores default de nuestra historia, soportó la más férrea denigración mediática, amortiguó los golpes de una devastadora oposición que huérfana de líderes demócratas verdaderos tiene como fin debilitar a un gobierno que -vaya la paradoja y la hipocresía- la misma oposición integra, aguantó la indiferencia y la adversión de sectores de los que se espera un convenio tácito sobre cuestiones básicas como lo son los derechos humanos, la democratización de los medios y el respeto a las instituciones, la asignación universal y las políticas educacionales.
Los que miran profundo ven lo verdadero. Aquí se inicia otro mérito: esta mujer no salió a derrumbar los castillos de arena desde cuyos balcones profetisas descarriadas o séquitos de cletómanos auguraban catástrofes. Dejó, con paciencia materna, que caigan solos: se dijo que el campo se fundiría, el campo no se fundió; se vaticinó una estampida del dólar y el dólar se mantuvo manso; se pronosticó una política de ajustes y la respuesta fue más medidas sociales; se le endilgó una calidad de títere de su esposo y demostró muy clara su autonomía; se amenazó con una chavinización de la República y mostró estar tan cerca de Chávez como de Lula o Evo Morales, se la tildó de montonera y el único ejército que mostró fueron los fans de 6-7-8.
Esta mujer es más que Chanel y Louis Buitton. Es la mandataria que aplicó políticas que nadie, desde hace cincuenta años, se animó a aplicar. Y eso es meritorio. Fue más allá en un país donde los límites siempre fueron impuestos por sobre los gobiernos. Y eso, por ser meritorio, es para muchos imperdonable. Y en ese ir más allá descoloca, desconcierta, desestabiliza a todo el arco político que balbucea contradicciones. Néstor Kirchner es predecible y por lógica su Gobierno fue de crecimiento cuantitativo. Esta mujer no construye política, instala el debate de la política misma; no polemiza en primera persona, instala la polémica y deja que los actores sociales polemicen. El Gobierno de esta mujer es cualitativo y eso la diferencia del resto.
En este escenario que esta mujer provocó, en el mejor sentido de la provocación, aparecen dos líneas claramente definidas: retoma políticas inclusivas de Perón y la actitud confrontativa de Eva. Y antes de hacer comparaciones con Perón y con Eva, es preferible arriesgar dos lecturas posibles: este Gobierno es lo más parecido al Gobierno peronista en los últimos cincuenta años y la mujer que lo encarna, antes que otra cosa, antes que ninguna otra cosa, es, como dice un amigo, un cuadro político. Y un cuadro político privilegia, por sobre todas las cosas, su noción colectiva del concepto Patria.
Este Gobierno no tiene muertos propios. No reprimió el default del campo ni las movilizaciones contrarias. Enfrentó a los adversarios, a los opositores y a los enemigos con la palabra, con la invitación a debatir o el desafío a discutir. Y este mérito, genera impotencia y la sucede el odio. Esta mujer quebró los esquemas: no sacó a la CGT a la calle, no movilizó su "clientelismo social", no fue violenta como muchos quizás, peligrosamente, hubieran querido. Fue hasta lugares donde hasta hace cinco años eran impensados: puso en evidencia no sólo el andamiaje de los medios de comunicación, sino además, abrió el debate sobre el rol, la ética y la imparcialidad de los periodistas; desmitificó la soledad de las madres y sacudió el letargo impune de los crímenes de lesa humanidad; adhirió activamente a la más sólida intencionalidad de integración latinoamericana…
¿Cómo no va a generar odio si hace lo que otros gobiernos populares hubieran querido hacer? ¿Cómo no va a generar odio si hace lo que cualquier gobierno antipopular no quisiera que se haga? ¿Cómo no va a generar odio si para colmo esta mujer, es mujer?

Difusión: Emilio Marin, Masiva Asistencia a la conmemoración de la Revolución de Mayo

Han concluido varios días de festejos del Bicentenario del primer gobierno patrio. Y el balance es altamente positivo para la abrumadora mayoría de los argentinos, excepto para la oposición.
A la hora del balance el cronista no sabe qué destacar más. Puede ser el altísimo nivel artístico de “Fuerza Bruta” dirigido por Dique James e integrado por más de 2.000 artistas, que pusieron allá en lo alto, casi en el cielo, un arte de vanguardia y popular. Esa performance superó la habitual contradicción que suele plantearse a nivel artístico entre el contenido y la forma, entre la política y la estética.
Ese fue uno de los grandes descubrimientos de esta fiesta. Los argentinos conocían a Lionel Messi, Fito Páez, las Madres de Plaza de Mayo, Hugo Chávez y muchas otras personas valiosas que reconoció en la TV o vio pasar por las calles o escenarios.
¿Pero de dónde salió “Fuerza Bruta”? Su irrupción extraordinaria demanda parafrasear a Víctor Hugo Morales en su relato del gol de Diego a los ingleses: “genio, genio, ¿de qué planeta viniste?”. Algo así podría decirse de este colectivo que ya en su número supone un arte para mayorías.
Los pañuelos blancos iluminados de las Madres, los soldados de Malvinas con sus cruces de los caídos en pelea con el imperio, los obreros y obreras laborando en los autos Siam y las heladeras de la marca, la ciencia y tecnología en aulas con maestros y alumnos, etc, fueron conmovedores.
Entre sus muchos resultados positivos, además de gratificar el alma y emocionar hasta las lágrimas, hubo uno de tipo político: fue una derrota estratégica de la oposición política y mediática. ¿Por qué un traspié, se preguntará algún un opositor, haciéndose el desentendido?
La respuesta es sencilla. Si la Argentina fuera tan decadente, atrasada, empobrecida, corrupta, dividida, en retroceso, aislada del mundo –tal como la pinta a diario Clarín- no podría haber aparecido ni alcanzado ese alto nivel un contingente como “Fuerza Bruta”.
O, en caso contrario, esos artistas habrían sido una vanguardia para “un cambio” contrario al gobierno actual. Habría sido un arte de la mano de Elisa Carrió, Eduardo Duhalde, Julio Cobos y Mauricio Macri, para sepultar este ciclo político y fundar uno retrógrado.
Y es obvio que no fue así. Ninguno de esos políticos tuvo algo que ver con los festejos. Se quedaron entre sus cuatro paredes justo cuando las multitudes salieron a la calle. Mejor demostración de la falta de sintonía de unos y otras, imposible. El único que intentó alguna alternativa política y cultural fue Macri, con una velada elitista en el Colón –habiendo provocado la ausencia de presidenta de la Nación- con invitados de escasa cultura como Susana Giménez y Ricardo Fort. El procesado porteño también quiso confrontar desde la Catedral, pero el cardenal Bergoglio le bajó los decibeles a su homilía, diluyéndose la intención de ambos por crear un “doble poder”.

Merece un 10
Cristina Fernández se merece un 10, por ser en última instancia la responsable y organizadora de los festejos. Ella o alguien en nombre suyo habrá tomado las decisiones de qué tipo de actos se hacían, qué recitales, qué invitaciones a los gobiernos de la región, qué desfiles, cuánto gastar en el evento, etc.
Esas cosas no salen diez puntos por generación espontánea. Mucho menos en asuntos complejos, que reclaman sincronización, técnica, disciplina, organización, etc. Ni un locro para 100 personas se puede hacer a los ponchazos. Un festejo para más de 2 millones de personas, como el 25, requiere de un gobierno central o Estado fuerte, con planes de mediano plazo, recursos, ideas renovadoras, funcionarios capaces, aliados regionales y una política cultural democrática y a la vez popular.
La presidenta salió fortalecida políticamente. Y no sólo por sus correctos discursos y bien dichos, en cada ocasión, aunque si le dan a elegir el cronista se queda con el de la inauguración de la Galería de los Patriotas Latinoamericanos, con retrato del Che Guevara incluido.
Es que allí plasmó en palabras su reivindicación de la lucha por la Primera y la Segunda Independencia. Habló de la diferencia con el modelo oligárquico que mugía en el Centenario y hasta se permitió recordar que Juan J. Castelli había advertido que si el Cabildo no formaba un gobierno vendría con patriotas armados para hacerlo.
Ni Macri ni Mario Das Neves estuvieron en ese acto, para no convalidar el compromiso regional ni los reclamos por Malvinas. Los dos gobernadores son los más penetrados por el corpus doctrinario del neoliberalismo y las multinacionales. Uno está con la “Patria Inmobiliaria” y el otro con la “Patria Petrolera”, pero no quieren saber nada con la Patria y menos con la Patria Grande Latinoamericana.
Cristina se lleva un 10 también porque se rodeó de 7 presidentes que a excepción del trasandino Sebastián Piñera son un sexteto progresista. Seis que bien se pueden contar como siete, por la presencia del derrocado hondureño Manuel Zelaya. Eso sin olvidar a Cuba, pues estuvo su vicepresidente Esteban Lazo, representante del socialismo y la negritud.
Clarinete y Gaceta Ganadera podrán decir cualquier cosa de Cristina: frívola, soberbia, cuasi dictadora y dependiente de su marido. El 25 de Mayo se la vio espléndida y hasta moviendo las caderas al ritmo de las murgas. El que pareció de madera era Néstor Kirchner. ¿No será pingüina la candidata de 2011?

Esta vez fueron tres
Según varios historiadores, en la Revolución de Mayo intervinieron dos grandes factores. Uno fue el pueblo, que tuvo a su vanguardia a quienes conspiraban en la jabonería de Vieytes. Y el otro fue el Regimiento de Patricios, que en el momento crucial apoyó a los patriotas y no al virrey.
En el Bicentenario se puede afirmar que los protagonistas fueron tres.
Uno, del que ya se habló, fue la columna artística, nutrida por “Fuerza Bruta”, la proyección sobre el Cabildo y los músicos de los diferentes géneros: desde el folclore hasta el tango, pasando por el rock nacional y otras mixturas.
Otro factor, también citado, fue el gobierno y el Estado, capaz de decidir que quería un Bicentenario con la gente en la calle y gestar esa participación masiva. En algunos casos eso supuso dinero, como haber dispuesto que ese día el transporte era gratuito (y seguramente habrá pagado más subsidios).
Dentro de las huestes estatales, cabe destacar a la televisión pública. Se acabó el mito de la TV privada como única que podía cubrir estos eventos. Pobrecitas Mónica Gutiérrez y María Laura Santillán. Pobrecitos Biasatti, Andino y Pettinato: Canal 7 con Gabriela Radice y Felipe Pigna estuvo a la altura de la fiesta. La tele monopólica ya había perdido con “Fútbol para todos”; ahora, como los canadienses en River, se fue goleada 5 a 0 por la TV pública. Y eso que la ley de medios sigue secuestrada por Clarín, la justicia y la oposición…
El tercer protagonista fue el pueblo argentino. Se estima que dos millones de personas estuvieron el martes y seis millones a lo largo de los cinco días de conmemoración. La gente sencilla de la Capital, el conurbano y venida del interior se vio en el centro de la ciudad aplaudiendo a los artistas y presidentes, visitando los stands de las provincias en la 9 de Julio, cantando el Himno y las canciones que sabían todos, gritando los goles del seleccionado, emocionándose con los desfiles y sacando fotos a rolete.
Con la lógica de la oposición, 6 millones de ciudadanos comprados con vino, choripan y unos 20 pesos más per capita, le habrían salido una fortuna al gobierno. Pero no fue así. Los ladrones creen que todos son de su condición. Acá hubo patriotismo, ganas de festejar, alegría de saberse argentino, felicidad por estar acompañados por países hermanos, conciencia de haber dejado atrás la crisis brutal de 2001. ¿Guillermo Moreno pagaba los choris? ¿Dónde estaba la tristeza argentina de saberse alejada del mundo? ¿Cuántos crímenes y asaltos violentos se sufrieron en el microcentro en estos días? ¿Hubo algún periodista patoteado?
La gente, al salir a la calle, alteró todo el libreto prefabricado de esos círculos opositores. Los dejó en ridículo. La Argentina que pintan no existe y la que ocultan goza de buena salud.
Alguien escribió una columna política diciendo que no había nada que festejar “por nuestros presos políticos en este Bicentenario”. Firmaba Ricardo Bussi, hijo del condenado general. Los genocidas estaban amargados, a contramano de multitudes de buen talante.
Un par de preguntas para la presidenta, sin opacar el brillo del Bicentenario. ¿No sintió la necesidad de reestatizar el petróleo al ver el escudo de YPF en las imágenes del Cabildo? ¿No pensó que el acero debe ser argentino y no de Techint-Acindar, al pasar por el palco las estructuras metálicas de donde pendían los artistas? ¿No habrá que volver el Subte a la órbita estatal en vez de pagar más subsidios a Roggio y los privados?

Difusión: Ricardo Forster: Los distinto bicentenarios

Cada presente resignifica el pasado de acuerdo a sus propias vicisitudes y circunstancias. Si hiciéramos el ejercicio de situarnos en los años ’90 para dar cuenta de los dos siglos transcurridos como nación, seguramente las conclusiones serían muy diferentes de las que nos ofrece la actualidad. Otra mirada y otra perspectiva histórica, aquella que nos ofrecía la última parte del siglo XX, atravesada por los prejuicios y por las determinaciones de esa década en la que nuestro país fue dominado de cabo a rabo por los lenguajes neoliberales y en la que predominó un imaginario cultural signado por la fantasía primermundista, el consumismo a cualquier precio y la mercantilización de todas las formas de vida. El sujeto de los ’90, descendiente directo de los horrores de la dictadura y de la desilusión alfonsinista, marcado a fuego por la hiperinflación y disponible para cualquier aventurero que pudiese alcanzar el poder –como efectivamente lo logró Menem– no hubiera pensado un bicentenario como el que hoy estamos festejando.
Su visión de la realidad, su escala de valores y su imaginario cultural lo colocaban muy lejos de los ideales emancipatorios de aquellas primeras décadas del siglo XIX y mucho más lejos de cualquier perspectiva latinoamericanista. Su ilusión estaba puesta en el mercado global, en el deseo de vivir como en California y en alcanzar el soñado primer mundo, alejándonos definitivamente de la pesadilla sudamericana. Era el país de las “relaciones carnales” y de la convertibilidad, esa extraordinaria y loca ficción que permitió destruir en una década el ahorro de generaciones de argentinos teniendo como principal promesa los viajes a Miami. Pero también fue la década de una democracia lánguida y de instituciones agusanadas promovidas por muchos de los que en los días actuales se llenan la boca con discursos reclamando calidad institucional y república.
Para gran parte de la sociedad argentina de aquellos años farandulescos, el espejo ideal en el que debíamos mirarnos para recobrar el antiguo esplendor extraviado mientras nos gobernó para nuestra desgracia –así lo repetían sin cesar, el populismo– era uno que nos devolvía las imágenes convergentes del primer centenario, ese de las vacas y las mieces, de los apellidos tradicionales y de la apoteosis liberal expresada por los hombres de la generación del ’80, y los nuevos vientos de la economía global, de la libertad de mercado y del mundo unipolar (¿recordamos, acaso, esos días en los que la voz y la figura del inefable Alvaro Alsogaray era consultado como el oráculo de la economía y presentado como un prohombre de la nación?). Imágenes resplandecientes de una sociedad que se soñaba primermundista del mismo modo que aquella otra de 1910 se imaginó parte inescindible de Europa.
Ese centenario significó reescribir la historia para narrarla de otro modo, borrando, principalmente, las marcas y los recuerdos de aquellas ideas y de aquellos hombres y mujeres que se lanzaron a la gesta independentista teniendo en sus corazones el proyecto de una patria común, de un territorio sudamericano enhebrado por los sueños de Bolívar y San Martín, de Miranda y Artigas. Todo lo que recordase a pueblo fue prolijamente borrado de las nuevas escrituras oficiales.
En cambio, nuestra década menemista se asoció, de modo prostibulario, a lo peor de esa otra Argentina oligárquica que, al menos, había desplegado un proyecto de nación que dejó, entre otras cosas valorables, la ley 1.420 de educación pública, laica y gratuita. Menem y sus acólitos hubieran imaginado un centenario ya no con la infanta Isabel como principal invitada sino con George Bush padre como el homenajeado de turno. Las calles de Buenos Aires nos muestran, en estos días festivos y populares, una imagen muy distinta de la que todavía proyecta el fantasma de los ’90.
Mientras el discurso oficial repetía las promesas de paraísos artificiales sólo alcanzables al precio de desguazar el Estado y de abrir nuestra economía; mientras los dólares baratos se devoraban los últimos restos de industria nacional y lanzaban a la calle a millones de trabajadores; mientras los presupuestos para educación y salud caían en picada y el neoliberalismo barría las defensas del viejo “bienestarismo” heredado del primer peronismo y en situación de crisis terminal; mientras la banalidad y el cholulismo dominaban la escena cultural; mientras la corrupción y la parálisis de las instituciones de la República expresaban de un modo inusual el grado de decadencia que finalmente estallaría al final de esa década, lo que la sociedad podía vislumbrar de la gesta independentista era algo demasiado borroso y lejano, como si nada hubiera tenido que ver aquel mayo de 1810 con los mayos de los ’90. La idea de patria había sido suplantada por el shopping center. Ni siquiera quedaba el recuerdo de otro país, más generoso con el débil, más equitativo.
El país construido por la maquinaria comunicacional de los ’90, esa que bajo otras formas sigue expresándose a través de la corporación mediática, encontraba sus voces representativas en Bernardo Neustadt y Mariano Grondona, su ideal giraba alrededor del eslogan más famoso de la época: “Achicar el Estado es agrandar la Nación”. Personajes de la rapiña ideológica, exponentes acabados de la ideología neoliberal que vieron en el menemismo al mejor de los realizadores de ese proyecto de devastación que no sólo amenazó con devorarse el presente y el futuro, sino que buscó hacerlo con el pasado.
Porque la manera como construimos el presente determina en grado sumo nuestra lectura y nuestra recepción del pasado. La actualidad argentina es acompañada por otra circunstancia continental y, tal vez, mundial. En Sudamérica se ha abierto, desde principios de este siglo, una etapa inesperada y anómala que ha iniciado el desmantelamiento del modelo neoliberal de acumulación capitalista. Un aire fresco y revitalizador circula por nuestras naciones. Desde Bolivia a Ecuador, desde Brasil a Uruguay, desde la Argentina a Paraguay y Venezuela, el Bicentenario busca reencontrarse con los ideales emancipatorios que significan no sólo independencia sino también mayor equidad y justicia para los más débiles. La hora actual es la de la igualdad y la soberanía. Nuestro Mayo no puede ser equivalente a aquel otro de hace doscientos años.
Hoy, en una Argentina que busca su destino y que brega por salir de la desigualdad de las últimas décadas, la actualización del Mayo libertario adquiere un sentido nuevo y revitalizador. Tal vez por eso se percibe en estos días festivos que un hilo secreto nos sigue uniendo con aquellos otros días de la independencia y la emancipación. Nosotros, los argentinos de este principio de siglo XXI, deberemos estar a la altura de los desafíos y de las demandas que no han sido saldados a lo largo de nuestra historia. Nuestro Mayo, vale repetirlo, debería ser el de la reparación y el de la igualdad social, esa que mejora la calidad institucional y que profundiza la trama más íntima de la democracia. Siguiendo ese rumbo quizás alcancemos nuestro destino sudamericano.

Difusión: Jorge Giles. Lo que queda del glorioso 25.

Las primeras consecuencias del histórico Bicentenario comenzaron a emerger.
Mientras los escribas de los monopolios mediáticos no se bajan de su odio reaccionario, la política acusó recibo del mandato popular.
El monopolio no está en condiciones de modificar conductas porque no tiene un pueblo que lo interpele.
El político sí lo tiene, piense como piense. Esa es la diferencia.
Que los diputados nacionales de todos los bloques hayan acordado realizar ayer el acto de homenaje a Mariano Moreno, en Plaza Congreso y luego una sesión especial por el Bicentenario patrio, quizá sea el primer fruto emblemático de la victoria del protagonismo popular sobre los monopolios mediáticos.
Si la política se libera definitivamente de esas cadenas que la aprisionaron durante décadas, otro país será posible construir más temprano que tarde.
Hay que disfrutar de este momento alzando la vista y mirando el horizonte para advertir que el futuro ya está entre nosotros.
Para tener una dimensión de la victoria popular, habrá que recordar los titulares conservadores de apenas una semana atrás y repasar sus augurios de “fracaso de los festejos patrios”.
Tienen la falla del pavo real: lucen bellas plumas, pero no saben volar.
Los diarios de la oposición, encabezados por Clarín, lanzaron cada ejemplar con el estruendo de un bombardeo aéreo sobre la ciudad. Los misiles eran el texto repetido hasta el hartazgo de la promocionada campaña de la “crispación”, “inseguridad”, “inflación”.
Querían causar un daño irreversible sobre la memoria y la conciencia colectiva, desalentando la convocatoria del gobierno nacional.
Dicen que ya tenían escritas las tapas catastróficas del día después.
Fracasaron estrepitosamente.
Seis millones de personas, felices y emocionadas, agitaron sus banderas argentinas y latinoamericanas durante cinco días, la misma cantidad que los goles que la Selección del Diego convirtió en su despedida antes del Mundial.
Un gol por cada día de la Revolución de Mayo.
Otra bella metáfora que construye la historia cuando se llena de pueblo.
La derecha y sus monopolios demostraron que sólo “brillan” cuando someten al pueblo, cuando lo arrinconan, lo despellejan, lo aíslan, lo desarticulan, lo vacían de contenido para convertirlo en “la gente” y así poder hablar en su nombre.
Se creyeron que serían eternamente “dos voces” interpretando “lo que dice la gente”.
Se terminó. Esa obscena impunidad, no va más en esta nueva Argentina.
Fueron millones las voces que vibraron con una mirada justa de la historia. Y esas voces multitudinarias son las que pusieron las cosas en su lugar.
Los parcializados del otro lado del muro, están en todo su derecho a seguir allí, pero mostrando los documentos de identidad para saber qué y quiénes son y a quiénes representan.
La derecha se equivocó de cancha cuando aventuró el fracaso de los festejos.
No sólo porque apostó a la “crispación” y ganó la alegría, sino porque creyó que el punto de disputa eran los escenarios acotados de la dirigencia partidaria. Y se les escapó la tortuga escandalosamente, porque lo que se dirimió en verdad fue una mirada cultural sobre la patria que quieren construir los argentinos.
La masividad en los festejos fue tan contundente que terminó por arbitrar a favor de una interpretación de la historia, nada neutral.
Cuando se aplaudió entre lágrimas la representación de nuestro latinoamericanismo, de las Madres, del Peronismo, de los Héroes de la Vuelta de Obligado y de Malvinas, del monstruoso aparato neoliberal que se tragaba personas, de los movimientos sociales, se estaba laudando a favor de una Historia nacional y popular que rescata del olvido a los verdaderos héroes que construyeron esta nación. Empezando por los pueblos originarios.
Esas seis millones de personas no fueron a dirimir una lucha sectorial o partidaria, como pretendía la emboscada mediática.
Fueron a restaurar y reconstruir el tejido de una Patria que pertenece al pueblo por derecho propio.
Eso se llama batalla cultural. Y sólo la dan los pueblos.

jueves, 27 de mayo de 2010

HIMNO NACIONAL ARGENTINO

¡Oíd, mortales!, el grito sagrado:
¡libertad!, ¡libertad!, ¡libertad!
Oíd el ruido de rotas cadenas
ved en trono a la noble igualdad.

Se levanta a la faz de la Tierra
una nueva y gloriosa Nación
coronada su sien de laureles
y a sus plantas rendido un león.

De los nuevos campeones los rostros
Marte mismo parece animar
la grandeza se anida en sus pechos
a su marcha todo hacen temblar.

Se conmueven del Inca las tumbas
y en sus huesos revive el ardor
lo que ve renovando a sus hijos
de la Patria el antiguo esplendor.

Pero sierras y muros se sienten
retumbar con horrible fragor
todo el país se conturba por gritos
de venganza, de guerra y furor.

En los fieros tiranos la envidia
escupió su pestífera hiel.
Su estandarte sangriento levantan
provocando a la lid más cruel.

¿No los veis sobre Méjico y Quito
arrojarse con saña tenaz,
y cuál lloran bañados en sangre
Potosí, Cochabamba y La Paz?

¿No los veis sobre el triste Caracas
luto y llanto y muerte esparcir?
¿No los veis devorando cual fieras
todo pueblo que logran rendir?

A vosotros se atreve, argentinos
el orgullo del vil invasor.
Vuestros campos ya pisa contando
tantas glorias hollar vencedor.

Mas los bravos que unidos juraron
su feliz libertad sostener,
a estos tigres sedientos de sangre
fuertes pechos sabrán oponer.

El valiente argentino a las armas
corre ardiendo con brío y valor,
el clarín de la guerra, cual trueno,
en los campos del Sud resonó.

Buenos Aires se pone a la frente
de los pueblos de la ínclita Unión,
y con brazos robustos desgarran
al ibérico altivo león.

 San José, San Lorenzo, Suipacha.
Ambas Piedras, Salta y Tucumán,
la colonia y las mismas murallas
del tirano en la Banda Oriental,

son letreros eternos que dicen:
aquí el brazo argentino triunfó,
aquí el fiero opresor de la Patria
su cerviz orgullosa dobló.

La victoria al guerrero argentino
con sus alas brillantes cubrió,
y azorado a su vista el tirano
con infamia a la fuga se dio;
sus banderas, sus armas se rinden
por trofeos a la Libertad,
y sobre alas de gloria alza el Pueblo
trono digno a su gran Majestad.

Desde un polo hasta el otro resuena
de la fama el sonoro clarín,
y de América el nombre enseñando
les repite: ¡Mortales, oíd!

Ya su trono dignísimo abrieron
las Provincias Unidas del Sud!
Y los libres del mundo responden:
¡Al gran Pueblo Argentino, salud!

Sean eternos los laureles
que supimos conseguir:
coronados de gloria vivamos,
o juremos con gloria morir.

Letra: Blas Parera
MDCCCXIII



viernes, 21 de mayo de 2010

25 de mayo

¿Festejos del bicentenario? ¿Bicentenario de qué? ¿Bicentenario de quiénes? Hoy es un día de llamado a la memoria, de reflexión, de preguntas para problematizar un pasado que nos interpela.
La Revolución fue traicionada… Cuando José Pablo Feinmann piensa que “Todas las fuerzas retrógradas que hicieron del primer centenario un festín triunfal de las clases dirigentes, de las triunfadoras oligarquías, están en total vigencia” una segura respuesta del genocida General Roca sería la siguiente: “Así son las cosas. Son las leyes del progreso de la Historia. Por eso, a nosotros, la patria nos hará héroes y nos levantará estatuas. Ellos, los derrotados, siempre serán mártires y tendrán, con suerte, tumbas donde se los llore”.
Roca, hombre de su época, encarnó el ideal positivista del orden y el progreso, en aquella Argentina de la manteca al techo, la del modelo Agroexportador. Así que los mártires tendrán tumbas dónde lo lloren!? Te equivocaste Roca: la masa obrera y las fuerzas y sectores populares tenemos memoria, y te podemos decir que la historia se construye desde abajo. Nuestros y nuestras héroes son miles y miles, que viven en nuestra sangre de lucha. Desde los pueblos milenarios y ancestrazos, pasando por los auténticos caudillos federales, por Castelli, Moreno y Belgrano, por Agustín Tosco, por Evita, por Juana Arzuduy, por San Martín, por los obreros de la Patagonia rebelde, de La Forestal, por el padre Mujica, Angelelli, el pocho Leprati, Madres y Abuelas de Plaza, hasta la generación militante que perdió (perdimos) 30 mil compañeros, el 70 % trabajadores y delegados gremiales, hasta la CTA, Milagro Sala, los movimientos sociales, las organizaciones de DDHH…
Hablamos del Bicentenario, pero la mayoría de la gente no sabe de qué se trata salvo que lógicamente se cumplen 200 años de la Revolución. Producto esto del vaciamiento cultural pregonado por el imperialismo occidental, con la obvia facilitación de los lacayos internos.
Bicentenario, 200 años de lucha por un país justo, inclusivo, solidario. Hubo que luchar, hubo sangre para conseguir la democracia; luchamos y seguiremos luchando para reivindicar lo conseguido y profundizarlo. Cambiar para seguir mejorando.
200 años también de traiciones: Rivadavia, Urquiza, Roca, La Libertadora, los civiles que apoyaron (y apoyan) golpes de Estado.
De acuerdo a Lido Iacomini de Movimiento Patria Grande, los debates del Bicentenario no se pueden separar de la coyuntura: Mientras “Ñ” (del Grupo Clarín) contrapone su nostalgia de la paz y abundancia del Primer Centenario (la paz de la Ley de Residencia y la abundancia oligárquica del país agroexportador) a la decadencia, empobrecimiento y fragmentación del país del Bicentenario, Carta Abierta recoge las deudas de una revolución inconclusa en la exaltación de un Bicentenario con potencialidad de emancipación y Patria Grande, ubicando en su justo lugar a los verdaderos protagonistas –invisibilizados- de nuestra historia. El relato histórico cobra un nuevo sentido, reubicando los cauces que escudriñen muestro destino.
Y como decimos en la bienvenida de nuestro blog, el éxito está lejano. La utopía es nuestra y nadie la puede arrebatar. Solo tu desánimo. La única derrota inmodificable, es la del convencido. La del que se cree solo. Somos muchos los que imaginamos un país distinto, mas justo, solidario, sin excluidos, en armonía con la Tierra, sin patrones rapaces y con futuro para sus niños, sin bombas ni depredadores. Nadie nos puede arrebatar la esperanza.
Amanece.

martes, 18 de mayo de 2010

Los medios de la Corporación monopólica . . . versus el fenómeno 6-7-8

Para entender de qué se está hablando cuando se habla de Medios de Comunicación, invito al siguiente ejercicio de razonamiento básico:
Por ejemplo: si alguien no tiene dinero para atenderse en una clínica privada, le queda la opción del hospital público que es gratuito porque lo paga el Estado.
Lo mismo, si no tiene para mandar a sus hijos a una escuela privada, puede optar por la escuela pública, que también paga el Estado. ¿De acuerdo?
Entonces ¿Por qué si una persona -y son millones- está harta, saturada, hastiada por la distorsiva e hipócrita información que dan los medios de comunicación privados de la Corporación monopólica, no se puede también darle la posibilidad de informarse mejor desde un canal, un diario o una radio del Estado?
Esto lleva a la lógica conclusión de que si hay ciudadanos que quieren otro enfoque, otra opinión, otra mirada que refleje con responsabilidad la realidad, y no la tendenciosa que les imponen las empresas privadas propietarias de la mayoría de los medios, es un derecho irrenunciable que el Estado también debe atender.
Desde este elemental análisis, el programa “6-7-8” que emite la Televisión Pública, viene a cubrir una necesidad vital de la sociedad moderna, porque con sus críticas al periodismo hegemónico, por medio de irrefutables argumentos, de valiosos archivos, con notas a invitados de prestigio y la calidad de sus periodistas, saca a la luz las miserias de la prensa “Independiente” -herencia de la dictadura- que manipula el 80% de la información que recibe el país. Algo que no existe en ninguna parte del mundo.
Tanto es así, que personalmente considero que “6-7-8”, viene a ser lo que la Revista “Humor” fue durante el Terrorismo de Estado, cuando denunciaba los crímenes de la dictadura. Era entonces, la única fuente de información que disponía la ciudadanía, porque todo lo manejaba la dictadura. Hoy, en plena Democracia, con “6-7-8” se repite esa historia, nada más que ahora en lugar de ser de los milicos asesinos, los medios están en manos de la mafia monopólica.
La comunicación, la buena comunicación, es un derecho inalienable de toda persona, como lo es el derecho a la salud, a la justicia, a la educación, a la justicia etc. etc.
Magdalena Ruiz Guiñazú, Grondona, Morales Solá, Nelson Castro, Santo Biassatti, Chiche Gelblung y los que integran la llamada “Oligarquía del periodismo”, a sueldo en el Grupo Clarín y La Nación, -donde cobran más de 200 mil por mes para tergiversar o denigrar cualquier acto que sospechen merecedor de alguna simpatía oficial- hoy tanto se victimizan que hasta desean un muerto para justificarse. En ese contexto, y con gran ostentación mediática, fueron a pedir “seguridad” a los legisladores de la oposición, -precisamente los que integran el elenco estable de la Corporación de los multimedios- porque se sienten “escrachados y amenazados” por la “Dictadura K” Son los mismos que se callaron cuando la verdadera dictadura -de la que fueron cómplices- asesinó a 109 periodistas, entre los 30 mil que desaparecieron.
Son los que machacan -y muchos ingenuamente repiten- la chicana de que “con los militares había seguridad”. Y uno no puede menos que recordarles que “esa seguridad” estaba en manos de militares golpistas que asaltaron el poder e implantaron un régimen de terror, secuestrando, torturando, desapareciendo a miles de seres humanos que en su mayoría eran arrojados vivos al mar, robando y traficando con bebés, destruyendo la economía e hipotecando al país de por vida, metiéndonos en una guerra suicida, para terminar condenados aquí y en medio Europa, por genocidas. Como podrá verse, seguridad, lo que se dice seguridad, no era precisamente lo que abundaba.
Para ser más explícito: era como la seguridad que puede tener una inocente majadita de ovejas, con una manada de lobos hambrientos cuidándolas en el corral.
Para ellos, el programa "6-7-8" es peor que un forúnculo en el ano. Tanto les duele, que exigen que sea levantado del canal público porque -dicen- lo pagamos todos. Pero bien que ocultan que a los monopolios privados -y por ende a ellos- también los pagamos todos y nos sale muchísimo más caro y pernicioso. Por lo tanto, si no quieren que se emita por el canal 7 un programa que les saca la careta ante la opinión pública, si son tan, pero tan defensores de la libertad de expresión como pontifican . . . entonces, que le den lugar en alguno de los muchos canales del monopolio para que la gente se exprese sin censura. Por supuesto, eso jamás va a ocurrir.
Debe quedar en claro que los seguidores de “6-7-8-“, ésa masa que cada día crece como una marea incontenible y que ya logró una movilización de más de 50.000 personas autoconvocadas desde facebook en apoyo del programa, -hecho inédito- existe porque muchísima gente con tozudez, con bronca, con rebeldía, ha decido dejar de ser “objeto”, para convertirse en sujeto, dejar de ser “hablado” para ser hablante, dejar de ser “escuchante” para ser escuchado. Y hoy se ven reflejados en un programa que desenmascara tanta manipulación e hipocresía, les da espacio y los contiene como seres pensantes.
Esos miles de seguidores encendían la tele y al ver las “vacas sagradas” con el mismo discurso falaz de siempre, les daba repulsión. Y aunque suene a ironía, o paradoja, debido a esos amanuenses, cuando no directamente mercenarios, miles y miles hoy apoyan al gobierno y a la nueva ley de servicios audiovisuales, por el rechazo visceral que les tienen.
La Corporación de multimedios hegemónica posee tal cantidad de medios en todo el país, entre canales de aire, cable, diarios, revistas y licencias, tantos, pero tantos . . . que es imposible dimensionar su cuantía, y la gente, la que no quiere más monopolios en la comunicación para que no la desinformen informando está diciendo . . . ¡Basta!
“6-7-8” en cambio, tiene un programa en un solo canal . . . Esto es como si a un tanque de guerra se lo atacara con una espadita de madera. No obstante lo quieren eliminar. ¿Así defienden la libertad de expresión?
Ellos sí pueden cuestionar, criticar, ningunear y escrachar a cualquiera, pero el “Periodismo independiente” que ellos dicen representar, es intocable, es sagrado. Esa es la mentalidad de estos dioses de utilería que desde su Olimpo mediático, consideran a la audiencia como una sumisa feligresía que les debe rendir permanente profesión de fe.
Pero la realidad está demostrando que ese idílico “Parnaso” donde creen morar, sólo existe en sus ensoberbecidas mentes enfermas de importancia . . .

Desde Laborde escribió el compa Delsio Evar Gamboa


martes, 11 de mayo de 2010

EL DESAFIO DE INTEGRAR A CORDOBA EN EL PROYECTO NACIONAL Y POPULAR

“Tenemos que volver a reconstruir el espacio de los militantes,
tenemos que volver a valorar la política… No queremos que todo
el mundo nos diga que sí, a tener tropas “disciplinadas”…
Queremos tener compañeros que piensen, que nos digan la verdad,
que tengan capacidad transgresora, que ayuden a equivocarnos lo menos posible.
Queremos que los lugares políticos sean lugares de meditación,
de formación, de conciencia cívica, que tienda a consolidar una Argentina diferente”.



                                                                                                                                                                     Compañero Néstor Kirchner

Estamos convencidos que los argentinos en general y los cordobeses en particular estamos viviendo un momento político que calificamos como especial y decisivo con relación al futuro.
Como despertando de un largo letargo, por toda Argentina y también en nuestra Provincia surgen grupos, espacios, organizaciones, que desde distintos lugares y con sus propias características, deciden ganar la calle, convencer, luchar, en defensa de una alternativa popular que sufre los embates de poderosos intereses vinculados al pasado y que los argentinos ya hemos decidido dejar atrás.
En las últimas elecciones, nadando contra la corriente hegemónica que impulsó e implantó el modelo neoliberal cordobés vigente, desafiando los aparatos de los partidos que con ligeros matices responden a los designios de la Fundación Mediterránea y que hablan en nombre de los grupos económicos concentrados y de los patrones agrarios, logramos llevar contra todos los pronósticos a una dirigente social comprometida con el proyecto popular, al Parlamento Nacional.
Los movimientos sociales se mantienen firmes en sus reivindicaciones particulares, en la defensa del gobierno nacional y en el convencimiento de la necesidad de profundizar los grandes cambios que falta por hacer. Los sindicatos estatales que reinician un proceso de unidad a través de la acción, se abroquelan contra la política regresiva de la Caja de Jubilaciones que pretende el gobierno provincial. La Universidad ratifica en su cargo a una rectora, que representa el espíritu progresista de la Reforma Universitaria, por una categórica mayoría. Los actos públicos, dentro de una estrategia de esclarecimiento, convocados tanto por nuestro propio espacio, Carta Abierta Córdoba, como por el Instituto Político de Pensamiento y Acción y diversos grupos vinculados al movimiento peronista combativo, han contado con una presencia creciente y entusiasta, a la que se añaden las movilizaciones autoconvocadas a partir del programa de televisión 6,7,8, que espontáneamente reunieron a miles de ciudadanos en la defensa y urgente aplicación de la Ley de Medios Audiovisuales.
Por eso, desde Carta Abierta, somos conscientes que es el momento preciso para dar un salto cualitativo. Un salto que exige el paso de una adhesión al proyecto nacional y popular en marcha –incluso en algunos casos silenciosa y casi solitaria- para entrar en una nueva etapa, en que debemos dejar atrás la mera adhesión por la apropiación popular de ese proyecto, para hacerlo nuestro, para ocupar todos los espacios, para participar activamente desde cada una de nuestras realidades, para defender, solventar, empujar nuestra alternativa popular contra la amenaza cotidiana de los que no se resignan a perder sus cuotas de poder.
No nos caben dudas que para dar ese nuevo paso adelante debemos ratificar lo que decíamos en nuestra Carta Nº 2, que titulamos Córdoba, Pasado y Presente, donde decíamos que el modelo neoliberal implantado en Córdoba, tiene sus orígenes en los gobiernos radicales de Angeloz y Mestre, fue consolidado y ampliado por De la Sota y continúa hoy con Schiaretti.
Como ha dicho recientemente Carmen Nebreda, “el escenario político provincial muestra graves problemas que resultan de dificultades económicas originadas en las decisiones políticas que toma el gobierno, ya que como los afirmáramos en reiteradas oportunidades, la gestión del gobernador Juan Schiaretti ha renunciado a recaudar. Permite la evasión, no actualiza los impuestos que recaen en los sectores más fuertes de la economía, como el impuesto inmobiliario rural, devuelve al sector agropecuario los recursos que ingresan a la Provincia por coparticipación de las retenciones a la soja, subsidia a las empresas de capitales concentrados y los libera del pago de impuesto sin exigirles la creación de fuentes genuinas de trabajo. Por cierto que estas decisiones se toman en detrimento de los sectores carenciados y los empleados públicos”.
Este es el modelo neoliberal cordobés que ha sustentado De la Sota y continúa Schiaretti, impuesto por quienes ostentan el poder económico en la Provincia –los Roggio, los Pagani, los Urquía, los Astori y las expresiones locales de la Mesa de Enlace-. Es el mismo modelo que, con meros cambios de nombres y estilos, sostiene la oposición de Aguad, Juez, Mestre, alineados tras la Fundación Mediterránea y publicitados por los principales medios de prensa a su servicio.
Decíamos en Córdoba, Presente y Futuro, que este modelo como “heredero de la teoría del fin de las ideologías, considera que las nuevas formas del capitalismo financiero son un hecho natural que tiene leyes inexorables y que la única posibilidad es su acatamiento. La función del Estado, reducido a su mínima expresión, es asegurar el desarrollo de los intereses de los grupos más concentrados, merced al control de los ciudadanos, la exclusión social y la represión si fuere necesario, incluyendo la judicialización de la protesta”, como ha quedado patentizado estos días con la movilización a Tribunales del movimiento obrero cordobés, con la presencia de los secretarios nacionales de la CGT y de la CTA, Hugo Moyano y Hugo Yaski, en defensa de militantes sindicales procesados.
Esta realidad, como contracara del proyecto nacional y popular en marcha, es la que ha comenzado a despertarnos. Es cierto, la realidad nos muestra fragmentados. Pero no debemos temer a esa fragmentación, que es consecuencia directa de largos años de políticas neoliberales, siempre y cuando seamos capaces, desde cada uno de los espacios de participación –territoriales, ocupacionales, sindicales, políticos- de converger en la construcción de un sujeto político amplio, capaz de hacer frente a los desafíos, proyectándonos hacia el futuro.
La etapa nos exige la convergencia entre todos los que anhelamos una Argentina solidaria, con justicia social y en democracia. No hay proyecto popular, no hay posibilidad de cambio, compañeros, sin la activa participación de la sociedad, sin la reivindicación de la política como instrumento de cambio, sin espíritu militante. No podemos equivocarnos. Con el oportunismo de los que pretenden disimular su oposición a cambio de oportunidades electorales, no se construye. Con el oportunismo sólo se aportan cuotas de confusión. Basta recordar a los Urquía y a los Campana. No hay posibilidad de acuerdo con el modelo neoliberal cordobés, que encarnan De la Sota y Schiaretti.
Estamos convencidos de que no hay proyecto popular si creemos que la responsabilidad es sólo de quienes nos gobiernan, de Cristina o de Néstor, referentes claros de esta alternativa. Que a nosotros sólo nos compete el aplauso. No. Lo que pase con el proyecto popular, lo que le falta o lo que le sobra, es y será también responsabilidad nuestra. Tenemos todos que jugar este partido, respetando las diferencias, pero con un común denominador que es, precisamente el proyecto popular.
Y ese cambio que la realidad nos exige, pasa en primer lugar por comenzar a reconocer a los compañeros que nos pueden asegurar fidelidad a la causa popular. Debemos comenzar a reconocer a los dirigentes que pueden hacer realidad la construcción de ese sujeto histórico.
En Córdoba tenemos un desafío inmenso. Debemos encontrar, con razones del presente, las huellas de aquellos momentos gloriosos de la Córdoba rebelde, la del Cordobazo, la del Viborazo, la de Atilio López, la de Elpidio, la del Gringo Tosco, la de René Salamanca. Necesitamos a Córdoba en el proyecto nacional.

Córdoba, mayo de 2010

--
Grupo Coordinador Carta Abierta Córdoba
http://www.cartaabiertacba.com.ar/


              

martes, 4 de mayo de 2010

Mística

Difundimos excelente análisis de coyuntura e interpretación del pasado cercano realizado por Erico Westergaard (Turismo Participativo) desde las serranías cordobesas. Así como apuntamos con este cumpa en diálogos electrónicos estos modestos aportes a la construcción del Proyecto Nacional, Popular y Latinoamericanista como rasgos de horizontalidad son una muestra de fortaleza que empezamos a valorar sin poder, quizás, mensurar acabadamente su potencialidad.
A continuación el texto de su autoría, Mística.
Todo lo malo que nos ha ocurrido como Nación en los últimos decenios tiene explicación política así como la tienen, en inevitable correlato, nuestros asuntos particulares. En aras de cambiar realidades que, recurrentemente, nos aproximaron a los abismos angustiosos de la desintegración, aparece como esencial trabajar hasta encontrar el denominador común que permita la identificación de sus causas. El paso siguiente es adjudicar a un conjunto de ideas y los hombres y mujeres que las sustentan y ejecutan, entidad para disolverlas y reemplazarlas por parámetros que espejen nuestros intereses colectivos.
Ya es corriente que hablemos del neoliberalismo como aquella concepción política nacida para oponerse a la que introdujo la posguerra como Estado de Bienestar, y cuyo pilar central es la sustitución de la intervención pública en la economía por lo que eufemísticamente se conoce como las fuerzas del mercado que, en realidad, son los grupos que concentran el mayor poder en el manejo de las riquezas. Si se presentaran así, descarnadamente, les sería difícil lograr el consenso social para instalarse, por lo que no les queda más remedio que disimular intenciones escondiéndolas detrás de términos caros como libertad individual y eficiencia de gestión que se enfrenta a lo colectivo, insidiosamente descripto como lento, gris y burocrático. Es decir que al hecho brutal de la apropiación de la mayor parte de lo que todos ayudamos a generar, lo ha acompañado todas estas décadas un marco ideológico meticulosamente tramado e impuesto para conseguir la adhesión a los lineamientos que lo permitieron o, en su caso, impedir el protagonismo de quienes pretendieron combatirlo. Se consiguió, a fuerza de machacarlo mediáticamente, que se mirara con buenos ojos el desmantelamiento de la estructura estatal que a mediados del siglo pasado irrumpiera en la vida nacional con activo protagonismo en sectores claves como economía, salud, educación o seguridad social. A cambio del aburrido armonizador público nos dejaron el glamour de lo privado y su galería de íconos que iluminaran un, lo estamos aprendiendo ya, inaccesible camino al crecimiento general.
Derrotar este armazón que injuria elementales principios de equidad precisa que se desnuden sus pilares elitistas pero también el encolumnamiento masivo detrás de objetivos superadores. Es lo nuevo y fundamentado lo que califica para alcanzar aprobación profunda, esa que las mayorías otorgan a lo que ha venido para quedarse y resolver no solo sus problemas sino también los de sus hijos. Este presente argentino y latinoamericano despunta trabajosa pero entusiastamente signos y realizaciones en ese sentido y sus pueblos comienzan a advertir que les son propios, que les pertenecen. Aquellos trazos inaugurales que despertaron la ilusión en los viejos luchadores se han repetido nutriendo de coherencia a cada una de las medidas destinadas a construir un proyecto contenedor. La furia y el descontrol en las actitudes de quienes cierran filas para defender al vetusto orden del privilegio no hacen más que certificar que el camino es el correcto. La suma de voluntades que cada día engrosa el colectivo que lo recorre recupera cotidianamente la significación original de la representación, aquella que describe la relación entre la demanda popular y dirigentes cumpliendo el mandato. Empiezan a multiplicarse simbologías donde encarna el sentimiento. Hay algo ora difuso, ora explícito, que nos identifica. Está apareciendo la mística.
Mística que se ve en las manifestaciones que juntan a Moyano y Yasky, en las organizaciones de base que no cesan de nacer, en el empresariado pequeño y mediano que quiere jugar un papel nacional, en el campesinado que soportó estoicamente la arremetida sojera y continúa levantando las banderas de un uso racional de la tierra para legarla sana y apta a nuestra descendencia, en la presencia de la Presidenta del Banco Central en cónclaves cegetistas afirmando definitivamente que el organismo dejó de obedecer a los designios del capital concentrado para erigirse en herramienta del desarrollo con inclusión, en la contundente incorporación de jóvenes nucleados tras la defensa de la Ley de Medios, en el posicionamiento productivo de tantas fábricas recuperadas, o en el quehacer artístico que se esfuerza por sintetizar en obras estas expresiones que maduran el sueño común. De todo ello hablábamos días atrás un grupo de amigos sentados a la mesa de un bar, que por esas horas había trocado la abulia y desesperanza del mensaje único del televisor por la algarabía de una militancia consciente de ser partícipe en momentos fundacionales de una página más digna en la historia del país. La chica que trajinaba entre las mesas satisfaciendo pedidos gastronómicos debe estar preguntándose por la sonrisa que dibujaba su rostro (yo la vi) al terminar la dura faena. Es que esto contagia.

                                                                                                  Erico Westergaard
                                                                                      turismoparticipativo@hotmail.com

Se va acabar esa manía de robar!!!


Difundimos esta noticia desde la página de redacciónrosario.com. Ahora, se debería avanzar en el blanqueo de peones, obreros y choferes. Principio del fin?
Fueron al grano y descubrieron prestanombres y testaferros
Detuvieron a tres personas acusadas de integrar empresas fantasmas que posibilitaron la evasión de 600 millones de pesos, equivalente a unas 800.000 toneladas de soja, en el sector agrícola. Tenían ramificaciones en puertos cerealeros de Santa Fe, Rosario y Bahía Blanca.
La Justicia Federal libró 12 órdenes de allanamiento a partir de una denuncia de la AFIP, que permitió la detención de tres personas acusadas de integrar una
banda que creaba empresas “fantasmas”, que habrían operado más de 600 millones de pesos “en negro” en el sector agrícola.
Una investigación realizada por la Administración Federal de Ingresos Públicos, iniciada en julio de 2009, terminó con la detención de tres personas que integraban una organización dedicada a la generación de “empresas fantasmas, con el fin de “blanquear las operaciones marginales de producciones agrícolas.
Según cálculos preliminares realizados por el fisco, se habrían canalizado operaciones por un valor superior a 600 millones de pesos, equivalente a unas 800.000 toneladas de soja, indicó la AFIP en un comunicado.
Las primeras sospechas sobre la existencia de la banda delictiva surgieron de las tareas de inteligencia realizadas por la AFIP Regional Córdoba.
Una vez confirmado el ilícito, se formuló una denuncia ante la Fiscalía Federal de Villa María, a cargo de Julián Falcucci, quien confirmó la existencia de la asociación ilícita que operaba en forma permanente en la zona, y que tenía ramificaciones en los puertos cerealeros de Santa Fe, Rosario y Bahía Blanca.
“Los detenidos son Carlos Conte, de 40 años, que fuera arrestado en un estudio contable de Alta Córdoba; Miguel Ángel Seri, de 50 años, detenido en el Country Lomas de la Carolina y Luciano Salvucci de 35 años”, precisó el organismo tributario.
Los tres apresados y una docena de allanamientos realizados en Villa María, Córdoba, Camilo Aldao, Bell Ville, Oncativo y Manfredi, fueron dispuestos por el Juzgado Federal de Villa María, a cargo del doctor Mario Eugenio Garzón.
“Las empresas fantasmas, con las que operaban son: Rocerco SRL; JH SRL; Cooperativa Agrícola Ganadera, Forestal y granjera unión LTD y Corcecam SRL”, precisó la AFIP.
La maniobra diseñada para ocultar a los reales productores de granos incluía a “prestanombres y testaferros que formaban parte de sociedades comerciales, mutuales y cooperativas. Los integrantes de esta banda creaban y administraban decenas
de “carpetas de contribuyentes falsos, cuya utilización tenía por objeto ocultar a los verdaderos dueños, quienes no tributan impuesto alguno al fisco.
Otra maniobra detectada consistía en la simulación de gastos e insumos destinados a la producción agrícola, vulgarmente conocida como “venta de facturas truchas, la que se complementaba con el “servicio de simulación en el cumplimiento de medios de pago
exigidos por la Ley Antievasión (movimientos bancarios y emisión de cheques a nombre de insolventes), indicó la AFIP.
(Fuente: Télam)

Discurso de Crisitna en la presentación del programa para el desarrollo de la industria autopartista nacional

Iniciativa Popular Corriente del Sudeste apoya al gobierno nacional y popular de nuestra presidente Cristina Fernandez de Kirchner frente al embate del conservadurismo neoliberal.  Por eso, hemos resuelto enviar para su más amplia difusión los textos completos de distintos discursos presidenciales, sistemáticamente ignorados o deformados por el complejo mediático de la gran burguesía comunicacional al servicio de la oposición. Lo hacemos en la convicción que constituyen documentos de indudable valor histórico en el intento de recuperación de un proyecto nacional, democrático y popular.  
jueves, 29 de abril de 2010
PALABRAS DE LA PRESIDENTA CRISTINA FERNÁNDEZ EN LA PRESENTACIÓN DEL PROGRAMA PARA EL DESARROLLO DE LA INDUSTRIA AUTOPARTISTA NACIONAL

Buenos días a todos y a todas. Nobleza obliga, así como cuando me enojo y critico a determinados sectores, la verdad, señor Rodolfo Achille, no lo conocía, es miembro de la Unión Industrial, no sé dónde lo tenían escondido pero la verdad que el discurso que tiene usted se refiere a las ideas y fundamentalmente las acciones que el gobierno está llevando adelante y quiere seguir llevando adelante en una industria que, como bien decía recién el corto que hicieron, explicó el 30 por ciento el crecimiento industrial del año 2003 a la fecha. Y si uno observa además el comportamiento que está teniendo en este primer trimestre del año 2010, que si lo comparamos con el 2009 estamos en producción un 74 por ciento más arriba, y con el 2008 -que fue el mejor año en exportación- ya llevamos un 10 por ciento más, ni qué hablar, estamos un 101 por ciento arriba, lo cual realmente está demostrando que vamos a tener un muy buen año.
Pero a mí me interesa señalar, porque estamos frente a un plan para desarrollar el sector autopartista, la importancia estratégica que el desarrollo de este sector tiene para darle más competitividad a las 10 terminales que tenemos instaladas en nuestro país. La verdad que yo no sabía, es un dato que me dio el señor Rodolfo Achille, que sólo 20 países producen autos en el mundo, o sea habría una suerte de G - 20 de autos. Así que estamos en los dos 20, en el G-20 y también en los 20 que producen autos, lo cual nos coloca en un lugar muy importante. Y en un sector, el autopartista, que yo creo que tenemos que impulsarlo fuertemente a través de financiamiento, con la ANSES ya llevamos más de 865 millones de pesos en el sector, y que no es casual, es el sector que más puestos de trabajo genera en el complejo automotriz. Ahí hablaban de 76.000 puestos de trabajo en la industria automotriz, pero 50.000 de esos 76.000 pertenecen al sector autopartista, que además tiene un altísimo valor agregado y mano de obra intensiva. Los otros 26.000 están en las terminales.
Por lo tanto para nosotros el aumento de integración nacional de nuestros autos en el sector autopartista es estratégico, porque si no se nos produce la paradoja de aumentar la producción de exportación de autos pero al mismo tiempo impactar negativamente en la balanza comercial porque tenemos que importar más autopiezas, más autopartes y por lo tanto nos crea por allí problemas en el sector externo.
Por lo cual además no solamente debemos pensar a la industria autopartista argentina metida dentro del auto sino también exportando directamente las autopartes en un mercado que necesita mucha innovación tecnológica y que necesita fundamentalmente financiamiento para poder desarrollarse y por eso hoy estamos lanzando este plan de 400 millones de pesos para este sector.
Pero creo que el gran objetivo, lo decía muy bien señor Rodolfo Achille, es que estamos articulando -esa palabra que a mí me gusta tanto- entre el sector privado, entre las cadenas de valor del sector privado, como puede ser una terminal y como pueden ser los sectores autopartistas y el Estado, en financiamiento, en promoción, en incentivos y además con instrumentos financieros diferentes, desde cheques de pago diferido a obligaciones negociables, capital de inversión, capital de trabajo, todas ramas diferentes pero que necesariamente tenemos que entender la obligación que tenemos de aumentar esa integración de autopartes y al mismo tiempo lograr cada vez mayor innovación tecnológica.
No solamente vamos a poner les aseguro estos 400 millones de pesos, estamos trabajando con el Ministro de Economía, con la ANSES, con la ministra de Industria y Turismo, charlando con cada una de las terminales, charlando con toda la industria autopartista, que son más de 400 empresas, tenemos 10 terminales de autos pero tenemos más de 400 empresas autopartistas, para lograr este objetivo que es estratégico en el desarrollo de la Argentina.
Hace un tiempo charlaba con el ex Primer Ministro austríaco y ellos también habían tenido ese salto cualitativo, que pasaron no solamente de producir autos sino a ser un sector líder en todo lo que sea la producción de autopartes con altísimo valor agregado. Y allí dio el salto cualitativo la industria y también el salto obviamente en ingresos de divisas para el país. Y además porque tenemos que asegurarle, esto también a las empresas terminales, no es contradictorio, al contrario, es totalmente complementario, porque cuanto más integración local tengan menos costos de logística tienen y por lo tanto aumenta la competitividad de las terminales. Porque si no en el largo plazo las terminales también pierden mucha competitividad si tienen que importar toda las autopartes, con lo cual cierra, es un combo diría mi hijo, perfecto. Muchas veces no tenemos estos combos perfectos en los sectores porque hay intereses contrapuestos, conviene más importar tal cosa o conviene más hacer tal otra, no, acá confluyen los intereses de terminales, autopartistas, trabajadores, el Estado y también el sector financiero, porque en definitiva es uno de los sectores donde se puede apostar en proyectos de inversión o en proyectos de capital de trabajo y es altamente rentable para el sector financiero.
Con lo cual, y esta es una de las claves, tenemos que darnos cuenta que estamos ante una oportunidad histórica, por lo menos en una actividad que ha sido además emblemática y característica de la Argentina, no es una cosa que vengamos a descubrir en los últimos años. La industria automotriz argentina fue modelo y fue punta en todo el continente, fundamentalmente en Latinoamérica. Luego, por las cosas que nos pasaron, bueno, hubo caídas importantes, no vale la pena detenerse en lo que nos pasó, sino simplemente recordarlo para que no nos vuelva a pasar. Lo importante es poner toda la fuerza, todas las ideas, todas las neuronas y todo el financiamiento también porque con neuronas no alcanza, financiamiento precisamente para desarrollar el sector. Y tiene que haber un compromiso fuerte, y como él decía una decisión local, porque el Estado puede acompañar pero tiene que haber el convencimiento de que es un muy buen negocio en el mediano y largo plazo, un negocio sustentable, porque lo que va a caracterizar el futuro es el grado de "cositas", aparatos, de tecnología que tenga cada uno de los autos
Yo creo que tenemos una capacidad inclusive para desarrollar la autoparte con la industria del software, articularla con eso y por ejemplo los GPS, esas cosas que se puedan hacer perfectamente en el país, además con todas las cuestiones que hemos planteado también el Tierra del Fuego, ser complementario también el sector del software e informática en materia de autopartes, con lo que hemos hecho en Tierra del Fuego, o sea aprovecharnos. En definitiva sería aprovecharnos entre todos para hacer mejor las cosas y que tengamos mayores rentabilidades los empresarios, mejores sueldos los trabajadores, que si tienen mejores sueldos los trabajadores y hay que más trabajo, también la ANSES tiene importancia y un rol muy activo porque es lo que más le interesa: mantener y aumentar el nivel de actividad económica para que haya más trabajadores y con mejores sueldos.
Entonces creo que el círculo es virtuoso y depende de que cada una de las terminales, y ya no hablo de terminales automotrices sino de las terminales que tiene el círculo virtuoso, el sector industrial, el sector financiero y el sector estatal, sigamos coordinando en la forma que hoy lo estamos haciendo. Podemos hacerlo, estoy segura que sí.
Muchas gracias y felicitaciones. Buenos días. (Aplausos)
--Fuente: http://www.casarosada.gov.ar/index.php?option=com_content&task=view&id=7154&Itemid=1

domingo, 2 de mayo de 2010

REGRESO AL PASADO.. PARA PENSAR. LOS MORALISTAS, ¿otra vez sopa?

“…El peronismo no postulaba (ni expresa ni tácitamente) la transformación de las estructuras sociales y económicas, ni una participación efectiva de los trabajadores en el control de la propiedad, lo que, en cambio postulaban otros partidos; y sin embargo, de nuevo, el peronismo aparecía ante los trabajadores como la fuerza que los representaba y protegía. Lo singular es que la pequeña burguesía se sentía atacada por el peronismo, al que achacaba las más siniestras intenciones revolucionarias contra la sagrada propiedad privada…El tono de la oposición fue dado por la burguesía. Su argumento más fuerte fue el de la inmoralidad del peronismo: la venalidad de sus funcionarios y protegidos, los negociados que practicaban. Era lo que realmente le dolía y exasperaba. Y, paradójicamente, el argumento –aunque correspondiendo a la realidad- era insincero. Insincero porque los intereses de esa burguesía están inexorablemente ligados al enriquecimiento individual, al sistema de la propiedad privada, y ésta, en última instancia, no significa sino el despojo de los otros. Así, un enriquecimiento que le parece moral, lícito cuando es practicado por particulares –aunque se base a veces en un robo descarado, y las más en un despojo indirecto- de acuerdo a ciertas reglas y con la protección de una determinada estructura de poder, se convertía en crimen cuando lo practicaban otros –en especial funcionarios públicos- protegidos por diferentes mecanismos.
Lo más irónico de todo, es que muchos de los fiscales contra la venalidad de los funcionarios peronistas –representantes máximos de la burguesía puesta en cuestionadora- son los mismos que durante la década 1930-1934 realizaron los negociados de la CADE y El Palomar, firmaron el pacto de las carnes con Inglaterra, se enriquecieron como abogados de firmas extranjeras y cometieron toda clase de inmoralidades o las apañaron...
En definitiva, y por la mera lógica de los argumentos más gruesos –pero obedeciendo a la más estricta lógica interna- el ataque se revertía contra el Estado, contra su acción misma Esta actitud final es en realidad la sincera, y la otra sólo el pretexto. A lo sumo, los paniaguados peronistas eran competidores desleales, pero se movían en el mismo plano y tenían la misma actitud y los mismos intereses individuales que sus críticos. Ninguno busca otra cosa que el acrecentamiento de la riqueza personal, y el choque –como ocurre en el más honrado comercio- sólo proviene de los intereses particulares contrapuestos, ya que la propiedad individual –y el poder individual- sólo prospera en tanto disminuye el número de los competidores partícipes.
El escándalo proviene inmediatamente de la ruptura de las reglas de juego. Pero el odio real va dirigido contra la intromisión del Estado, único peligro de fondo contra el propio privilegio: el derecho a enriquecerse sin el control de nadie. En lógica absoluta poseedores burgueses y funcionarios venales son tanto competidores como cómplices, y eso ocurría en verdad en la práctica. Ese juego no es por otra parte más que una pequeña distorsión de las reglas habituales del sistema capitalista.
Tal vez uno de los pecados mayores del peronismo haya sido proveer de argumentos efectistas a quienes perjudica el mayor poder de la comunidad. El mayor damnificado ha sido el Estado, como posibilidad de poder puesto al servicio de los intereses generales….”
Fuente: Ismael Viñas en la revista Contorno (Nro 8) publicada en Julio de 1956.

sábado, 1 de mayo de 2010

DIA INTERNACIONAL DE LAS TRABAJADORAS Y LOS TRABAJADORES

Día de Memoria para reivindicar nuestros derechos.

La lucha por justicia, por trabajo digno. Por nosotros los proletarios. Por nuestra unidad.  Y por el Proyecto Nacional y Popular.

FELIZ DÍA CUMPAS¡¡¡

un abrazo militante de Iniciativa Popular.