viernes, 10 de septiembre de 2010

ENTRE LA INFLACIÓN EXTORSIVA Y LA TRAMPA DE LAS POLÍTICAS ANTIINFLACIONARIAS (4ta parte)

Difundimos excelente trabajo sobre inflación. Fuente: Agencia Rebanadas de Realidad - Buenos Aires, 04/04/10. Por   
Alberto José "Pepe" Robles



Conclusiones: inflación extorsiva, inflación "mala" e inflación "buena"
En realidad, en Argentina no hay una inflación, sino tres tipos de inflación:
1) una inflación "buena", asociada con el alto crecimiento y la redistribución del ingreso;
2) una inflación "mala" asociada con una inversión que no crece a la misma velocidad que la producción;
3) una inflación extorsiva, intencional, causada por el poder económico (de mercado y mediático).
Es que la inflación no siempre es mala, cierta inflación es buena o aceptable (la que viene del crecimiento y la redistribución de riqueza). A la par de la inflación "buena", hay una inflación "mala", causada en parte por dificultades para aumentar la inversión a la misma velocidad del crecimiento y en parte por la resistencia del estatus quo a mejorar el ingreso de la población como porcentaje de la riqueza nacional. Esta última inflación es intencional y constituye en realidad una extorsión del poder económico: si no bajan salarios y gasto público, aumentaremos más y más los precios.
¿Qué porcentaje de la inflación puede atribuirse a la extorsión del poder económico? El economista Jorge Gaggero, del Plan Fénix, ha estimado en marzo de 2010, que hasta un 15% de la inflación actual podría atribuirse a la inflación extorsiva. (8)
La inflación extorsiva es política y tiene como fin frenar los aumentos salariales, el gasto público y el alto crecimiento (éste último sin afectar la tasa de ganancia, pero si el crecimiento del empleo y los salarios). Dicho de otro modo, la inflación extorsiva es una acción del poder económico que tiene como fin obligar al poder político a implementar una política antiinflacionaria de ajuste, que llevaría a postergar por décadas la solución de los problemas sociales.
Una de las falacias populistas más exitosas de la derecha es el argumento de que "el gobierno debe bajar la inflación, porque los más perjuidicados por la inflación son los pobres". En esta línea, el economista de derecha Miguel Ángel Broda, le recomendó a los "verdaderos progresistas" reducir el gasto público y frenar los aumentos salariales (Miguel Angel Broda, en Hora Clave, 21-03-2010). En la misma conversación, Mariano Grondona le preguntó retóricamente: "¿se soportan 19 meses sin algún tipo de ajuste?".
El argumento es tramposo, porque omite decir toda la verdad. Obviamente que hay una parte de la inflación, la inflación mala, la que producen las empresas que tienen poder de mercado y los medios capaces de generar expectativas inflacionarias, que daña a la población. Suprimir esas causas de inflación sería realmente una medida "progresista", porque impediría que las clases altas se reapropien de los aumentos de los trabajadores, mediante un mecanismo espurio e ilegítimo. Pero la trampa de estos comunicadores que le piden al gobierno que baje la inflación, es que no se refieren a la inflación "mala" (control de precios, control de costos, defensa del consumidor, Tribunal de Defensa de la Competencia, medidas antitrusts, etc.), sino que le exigen que se rinda a la extorsión inflacionaria del poder económico, bajando salarios y gasto público, es decir devolviéndole a las clases altas la porción de la riqueza que ven amenazada. A cambio de eso, los extorsionadores ofrecen dejar de aumentar la inflación. Se trata, literalmente de un mensaje mafioso.
Algún tipo de pacto social o acuerdo de precios y salarios, si es genuino, podría ser útil para desmontar la inflación extorsiva. De todos modos, no habría que ser demasiado ingenuos y hay que reconocer que el grado de oposición de una gran parte del estatus qúo al ritmo de aumento salarial y paritarias anuales, y al nivel del gasto público e intervención del Estado, hará poco probable que la inflación extorsiva ceda.
Ello no significa dejar de buscar mecanismos socialmente justos para reducir la inflación, como es por ejemplo aumentar la inversión productiva (la política de desendeudamiento con las reservas se orienta en esa dirección) o que el Estado intervenga activamente para corregir las "fallas" de mercado.
A mediano plazo, hay que impulsar todas las políticas relacionadas con desconcentrar los mercados: procedimientos antimonopólicos, promoción del sector cooperativo, impulso a las pymes, democratización de los medios de comunicación, etc.. El Estado debe monitorear más activamente los mercados y aplicar políticas activas si es necesario. El espacio de las actividades de renta se reduce aumentando el espacio de las actividades de inversión productiva social y ambientalmente responsables.
Pero, nuevamente, nada de ello debiera llevar a ser ingenuos. En las condiciones de alta desigualdad social y concentración de los mercados que caracteriza a la Argentina y toda América Latina, la amenaza de la inflación extorsiva por parte del poder económico, para evitar que se configure un sistema con desigualdad social moderada, es casi seguro. Esta resistencia del estatus quo a permitir un aumento considerable de la población en la riqueza, genera y seguirá generando incertidumbre y ello a su vez seguirá dificultando la inversión. Este daño es una parte del conflicto socioeconómico en marcha.
Por lo tanto habría que esperar, siendo realista, que cada vez que exista un proceso en serio y firme de redistribución de la riqueza, habrá inflación, porque los grupos económicos que se oponen a esa redistribución, recurrirán a la inflación extorsiva para frenarlo. Y si esto es así, la única manera de fondo de reducir estructuralmente la inflación es ir reduciendo, en el mediano plazo, el poder de mercado de los grandes grupos y el espacio de las actividades de renta.
Esto probablemente implique convivir con una inflación más alta que la deseable durante cierto tiempo, como consecuencia del pataleo de ese sector social principesco, con raíces en la colonia, que está entronizado en el corazón del capitalismo de renta latinoamericano y que, quizás por primera vez en la historia, se siente cerca de desaparecer del subcontinente.
Notas:
(1) Burbridge, Martín (2007). "La clave está en la inversión. La Argentina podría alcanzar el PBI per cápita de EEUU en 25 años", Infobae.
(2) Consultora Equis (2006). "Estudio sobre distribución funcional del ingreso, brecha y coeficiente de Gini. Evolución año 1993-2ª semestre 2006".
(3) Consultora Equis (2006). "Estudio sobre distribución funcional del ingreso, brecha y coeficiente de Gini. Evolución año 1993-2ª semestre 2006".
(4) Plan Fénix (2007). "El debate sobre la inflación. ¿Reducir o sostener el crecimiento?"
(5) Fernández, Roque (2009), "Expectativas Adaptativas versus Expectativas Racionales en la Determinación de la Inflación y el Empleo", Universia.
(6) Hofstetter, Marc (2010). "Más inflación, por favor", diario La República, Colombia.
(7) Hofstetter, Marc (2010). "Más inflación, por favor", diario La República, Colombia.
(8) Gaggero, Jorge (17-03-2010). Declaraciones en A Dos Voces, TN,

No hay comentarios:

Publicar un comentario