domingo, 27 de febrero de 2011

El lugar histórico de Néstor Kirchner, por Alberto Lapolla*

Un hombre  fiel a su época
Transcurridos cuatro meses ya del fallecimiento del ex Presidente Néstor Kirchner, queremos reflexionar sobre su impronta en la historia política argentina reciente, más allá de lo estrictamente circunstancial. Será Kirchner quien continuará la construcción institucional democrática abandonada por Raúl Alfonsín en el aciago fin de semana santo de 1987 con sus famosas ‘Felices Pascuas’, que antecedieron a la Obediencia Debida, el Punto Final y al indulto menemista, que cancelaron la en general, correcta construcción democrática desarrollada hasta allí por el líder radical. De tal forma la impronta kirchnerista se centrará en liquidar democráticamente la impunidad y  la atrocidad de los crímenes cometidos por el terrorismo de Estado mandando a la cárcel a los asesinos, violadores, torturadores y ladrones de niños. A partir de allí Kirchner -y luego Cristina Fernández-, obligatoriamente llevará la construcción democrática nacional al lugar abandonado por Alfonsín y renegado por Carlos Saúl y el gobierno de la Alianza. A partir de esa recuperación ética-institucional imprescindible, Kirchner avanzará en la recuperación del Estado-nación argentino destruido por el menemato. Kirchner, un hijo de los setenta que supo guardar silencio durante la dictadura y acumular poder en medios hostiles, al mejor estilo de Juan Perón –un mapuche  que llega a general dentro del ejército de Roca-, comenzará una marcha sin renuncios en la reconstrucción de una Patria justa libre y soberana en los tiempos de la tercera etapa de la globalización imperial y en una nueva época histórica indoamericana. Claro que Kirchner no llega allí  por casualidad, sino porque el pueblo argentino, retomando sus mejores tradiciones e historia concreta -en el decir gramsciano- había asestado –al costo de 35 muertos y más de 100 heridos de bala- un golpe mortal al modelo neoliberal, en lo económico y en lo político, con su gloriosa rebelión del 19 y 20 de diciembre de 2001. Rebelión que aplastó la construcción económica y política del menemato y la dictadura. Es un indudable mérito histórico de Kirchner el haber entendido que sólo se podía gobernar acompañando el huracán político y social que sacudía al país  y no enfrentándolo o negándolo, como pretendió Duhalde o pretendían el conjunto de los políticos pejotistas, radicales y frepasistas alcanzados por el ‘que se vayan todos’ proclamado por el pueblo en la calle. Es así que Kirchner iniciará su presidencia en medio del mayor temblor político que sacudiera la nación, tal vez desde la gesta emancipatoria. El pueblo puro había alcanzado tal grado de movilización y organización política a través de un gigantesco Movimiento Piquetero (expresión genuina  de la clase trabajadora desempleada) que recorría todo el país, de las Asambleas Populares (expresión política de los sectores medios urbanos en el mejor estilo de  las jornadas de Mayo de 1810) y el movimiento de Empresas Recuperadas que expresaba con nitidez el grado subyacente de conciencia y organización remanente de nuestra clase trabajadora, luego de ser devastada por Martínez de Hoz, Videla, Cavallo y Carlos Saúl. El grado de movilización del pueblo argentino era de tal magnitud que el súper-halcón Donald Rumsfeld, ministro de Defensa de G. W. Bush, supo decir: ‘el  problema de la Argentina no es la crisis financiera. El problema argentino es toda esa gente en la calle.’ Esa movilización imponía sólo dos caminos posibles: aplastar militarmente la rebelión como proponían Ruckauf, De la Rúa, Duhalde, Cavallo y Carlos Saúl o, acompañarla para construir una segunda etapa del sistema democrático argentino interrumpido por las ‘Felices Pascuas’ y la traición menemista. Kirchner, tuvo el coraje, la sabiduría y la fidelidad a sus ideales juveniles, como para entender que  en realidad el único camino posible era éste último y se puso manos a la obra, comenzando a desmontar pieza por pieza el modelo neoliberal.

Reconstruir el Estado-nación
De allí que el proyecto de Néstor Kirchner se caracterizará por una recuperación gradual y paulatina, pero inflexible, de los derechos del pueblo y los intereses soberanos de la nación, sin apelar jamás a la represión del movimiento popular, cuestión en la que se  diferencia de casi todos sus antecesores. La segunda cuestión que Kirchner debía resolver, residía en devolver la primacía de la política por sobre la economía. Y esta cuestión no es moco de pavo para la democracia de un país semicolonial. El pueblo elige al Presidente no a  los ministros. Sin embargo a lo largo de nuestra historia y en particular luego de 1955, el verdadero poder  residía en los ministros de Economía y no en los presidentes con los ejemplos más lamentables de Carlos Saúl y De la Rua. Kirchner logra en un período breve conducir él la economía y abordar los principales problemas económicos heredados del neoliberalismo. Kirchner logrará mantener y estabilizar la moneda en un tipo de cambio altamente favorable para recuperar el modelo productivo (sólo como ejemplo, una hectárea en Pergamino, pasaría de valer 2500 U$S, en 2001 a 25.000 U$S en 2008), permitiendo la salvación de los productores agropecuarios (los Bancos Nación y Provincia tenían 35 millones de hectáreas hipotecadas), la recuperación de amplias capas empresariales quasi desaparecidas, la reindustrialización de gran cantidad de empresas nacionales (entre 1976 y 2001 se cerraron 220.000 industrias, entre 2003 y 2009 se reabrieron 130.000) permitiendo a su vez la recreación del mercado interno. Este conjunto de  políticas productivistas permitirán que la nación crezca al 8-9 % anual entre 2003 y 2010, con excepción de 2009 por la crisis mundial. Estas cifras implican el período de mayor crecimiento en la historia económica del país. Luego en oposición al ministro Lavagna, Kirchner logrará el mayor quite de deuda externa de la historia financiera internacional, logrando reducirla en un 65%. Esto unido a una política de permanente desendeudamiento permitió que la deuda externa pasara de representar el 80% del PBI en 2003 al 30% en la actualidad, un logro meritorio de amor a la Patria. En contrario a las políticas aplicadas desde 1976 en adelante, Kirchner hará las mayores inversiones en obra pública que se recuerden desde 1945, recuperando empleo, infraestructura, vivienda, escuelas y obra estratégica. Aplicará una correcta política de retenciones a las materias primas recuperando parte del financiamiento del Estado destruido por el neoliberalismo, y evitando que los precios internacionales de las materias primas afecten el consumo interno de los argentinos. De hecho será el primer gobierno desde 1973 que aplicará una política especial de protección y ampliación del mercado interno y del consumo popular, evitando que el modelo agroexportador sojero disparara los precios internos de los alimentos. Aplicará una correctísima política de crecimiento de reservas y superávit financiero que dotarán a la nación de las mayores reservas de su historia, colocándola en una situación inmejorable para recuperar su soberanía política, lo cual permitió pagarle al FMI y liberarnos de su tutela imperial impuesta en 1955. Esta política será acompañada por un tercer factor que consistirá en un accionar concreto y permanente de recuperación del ingreso de los sectores populares, a pesar de que algunas medidas –como la asignación universal por hijo- se retrasaran varios años. La distribución del ingreso a favor de los sectores populares sufrirá un aumento permanente hasta llevarnos hoy, a poseer la mejor distribución del ingreso de toda Indoamérica. Su política de lograr que más de dos  millones de jubilados expulsados del sistema provisional por Cavallo, pudieran incorporarse al mismo, es uno de los mayores logros de reparación social de nuestra historia, medida que sería completado en el gobierno de Cristina Fernández con la reestatización del sistema jubilatorio, tal vez la medida estructural de cambio de modelo más profunda propuesta por el kirchnerismo. Medida que además permitió a los trabajadores volver a pensarse como clase pues los trabajadores de hoy pagan la jubilación a los de ayer y así de seguido, eliminando el concepto individualista y anticlasista de las AFJP. La recuperación casi inmediata del movimiento obrero luego de la reestatización del sitema jubilatorio está directamente vinculado a esta medida, revolucionaria si se la mide en los términos de la devastación neoliberal. De la misma manera los cuatro millones de empleos creados, permitieron comenzar a arrasar la miseria y fueron devolviendo a la clase trabajadora a su lugar central en la sociedad. Es bueno recordar que casi no hubo huelgas, paritarias, ni accionar sindical decisivo entre 1989 y 2001, a partir de 2003-2004 los sindicatos comienzan a recuperar su rol gracias a la generación creciente de empleo. Estas políticas se acompañaron de un accionar que impidió el aumento permanente de las tarifas públicas congelándolas durante un largo ciclo, acabando con el modelo de saqueo al pueblo instaurado por el menemato. Su política de subsidios a los servicios públicos fue central para mantener los niveles de ingresos de la población carenciada y al mismo tiempo para mejorar la infraestructura nacional, aun cuando podría haber cabido la posibilidad de haber avanzado en mayores renacionalizaciones de servicios públicos. Estas y otras medidas estructurales esenciales que no vamos a enumerar por respeto al espacio, permitieron que el Estado-nación se recuperase en un tiempo histórico muy breve y la Argentina posea hoy una solidez estructural envidiada y aplaudida en el mundo entero, en medio de una devastadora crisis estructural internacional.

Un protagonista central del nuevo tiempo histórico continental
Si bien algunas de las medidas que consolidaron este modelo fueron tomadas durante el gobierno de Cristina Fernández, entendemos que se trata del mismo proyecto y que por ende los méritos históricos corresponden a ambos. Una vez consolidada la recuperación del estado-nación correspondía consolidar el sistema democrático abordando ahora la democratización de las bases materiales del mismo, ya no bastaba con acabar con la impunidad sino que había que acabar con  la impunidad del poder económico que controlando lo medios de comunicación, puede ejercer un rol de dominio sobre la sociedad en su conjunto. Así a partir del conflicto con los rentistas sojeros por la resolución 125, surgió claramente que para poder avanzar más en la distribución de la renta nacional, hacían falta medios de comunicación de la democracia y se llegó a la Ley de Medios de la democracia, una de las mayores revoluciones culturales de nuestra historia. Ley que permitirá una construcción plural democrática y colectiva de un nuevo poder popular, que necesariamente debe acompañar este proceso de cambio estructural argentino y continental. La ley de Matrimonio Igualitario, la democratización del acceso al fútbol –una de las mayores construcciones colectivas del pueblo argentino- y la televisión digital gratuita completan por ahora, esta profunda transformación democrática de la sociedad nacional.
Por último, pero primero en orden estratégico, Kirchner fue decisivo en profundizar este nuevo tiempo histórico continental inaugurado por la gran Revolución Bolivariana Venezolana. Fue Néstor Kirchner quien tuvo el coraje -a nombre de toda Sur América- de decirle no al ALCA en Mar del Plata, dejando a George W. Bush pedaleando en el aire. Fue él quien promovió la fuerte alianza con Venezuela y Brasil, dando impulso y sustento profundo a la unidad continental. Argentina, Brasil y Venezuela pueden, por su poderío económico, estratégico, territorial e histórico, liderar -eludiendo deseos hegemónicos- la transformación y unidad del continente en forma concreta. El hecho simbólico de que de Argentina y Venezuela hayan partido los ejércitos libertadores de la gran Revolución Emancipatoria tampoco puede dejarse de lado, sobre todo en tiempos del Bicentenario. Kirchner entendió cabalmente, la aguda y amarga sentencia de Perón, ya en su exilio, en el sentido de que sin la unidad continental la liberación de Indoamérica era imposible. Cabe destacarse su rol de apoyo personal y político a Evo Morales, ayudándolo a desenredarse de los viejos apotegmas de la izquierda dogmática para poder construir un nuevo poder popular y de gobierno concreto en los tiempos que corren, accionar que fuera reconocido por Evo al señalar para mi, Kirchner es como un padre. Kirchner –y también Cristina Fernández- fueron decisivos en impedir la guerra entre Ecuador y Colombia, la agresión separatista boliviana y la brutal provocación de Álvaro Uribe contra Venezuela. De tal forma su rol fue fundamental en la construcción de este nuevo tiempo americano, donde él, Lula, Chávez, Evo y Correa han abierto las exclusas de un hermoso futuro para el continente.
Así Néstor Kirchner entra en la historia como el hombre que supo estar a la altura de la demanda histórica que le tocó vivir, que recuperó el Estado-nación argentino devastado,  depuró el sistema democrático y jugó un rol decisivo en la construcción del nuevo tiempo americano. Pero esencialmente -y por ello la masividad, emotividad y la avasallante presencia juvenil de sus exequias- Néstor Kirchner fue quien devolvió al pueblo argentino las ganas de creer en el futuro, de seguir sintiéndose orgullosos de ser argentinos y argentinas, devolviendo a la política su rol principal: ser la herramienta transformadora de la sociedad. En un sentido profundo Kichner, nos devolvió la esperanza lo cual ya sería suficiente para ocupar un lugar destacado en la historia, pero además abrió el camino de la Tercera Etapa del Movimiento Nacional Popular y Revolucionario del pueblo argentino en tanto indoamericano. Pero, a pesar de todo  esto, como nos duele su temprana muerte.

* Director del Instituto de Formación de la Central de Movimientos Populares

viernes, 25 de febrero de 2011

La conducción vertical, después de Peron, por Aurelio Argañaraz

El diario cordobés "Comercio y Justicia" publica, hoy, la nota de nuestro cro., que intenta demostrar la imperiosa necesidad de reestructurar democráticamente al movimiento popular, para asegurar la continuidad y profundización del proceso abierto en el 2003 por Néstor Kirchner.

La conducción vertical, después de Perón
En la militancia del peronismo, aun en el marco de su fragmentación actual, se reivindica la norma de una “conducción verticalista”, considerándola inevitable si se coincide en la necesidad de que las fuerzas populares deben conformar un “movimiento nacional”. Este tipo de formación, sostenían los doctrinarios, exigía forzosamente un jefe arbitral. Un reclamo democratizador sólo podía surgir del intento de trasladar a una fuerza socialmente plural las formas propias del “partido político”, que se descalificaban como “demoliberales” y “formalistas”, en contraposición a otras, estructuradas para servir a una “revolución nacional”.
Es necesario replantear la cuestión si, como creemos, constituye hoy una rémora del pasado, uno de los obstáculos que debe enfrentar –y sufre en los hechos, con demasiada frecuencia- la nueva y la “vieja” militancia popular, embarcada en la tarea de sostener y profundizar el curso político que abrieron las movilizaciones del 2001 y encarnaron luego los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner. Ese proceso, valioso en si mismo y en tanto pilar del ciclo latinoamericano que busca liberarnos de una secular opresión, debe generar, para sustentarse y madurar, un movimiento nacional apto para retomar y llevar a término, en las condiciones del siglo XXI, las grandes tareas que se propusieron sus antecesores del siglo XX.
En primer término, es preciso decir que la “conducción vertical” era una cosa con Perón vivo y otra, mucho más discutible respecto a sus virtudes, cuando los jefes del peronismo surgen a partir de las pugnas de su aparato. Perón, síntesis histórica, era el programa nacional-popular. No cabe decirlo   del peronismo, a secas. Sería negar la experiencia misma: ignorar su responsabilidad, central, en la década del 90. Y la honrosa excepción de aquéllos que desoyeron la conducción vertical… de Carlos Menem y sus numerosos secundones del aparato político y sindical justicialista. En consecuencia, si la conducción puede traicionar los fines (o en otros casos, simplemente errar) y, como es obvio, el deber en tal circunstancia es desobedecer, resulta que el principio (la verticalidad) debe tomarse como un medio, útil sólo en ciertas condiciones, ya que en otras la honestidad política exige desoír las órdenes y mantenerse en la lucha “con la cabeza de los dirigentes”.
Esta visión, concreta y flexible, opuesta al verticalismo como doctrina, por un lado, y a la crítica que formula el democratismo formal de radicales y afines, por otro, nos permite juzgar favorablemente, por ejemplo, la concentración de poder en Cristina Kirchner, en oposición a una “democratización” que cedería poder a los caudillos locales de las provincias y los aparatos. Éstos, en conjunto, son menos confiables para el pueblo argentino o, dicho de otro modo, la actual presidente es más firme en la voluntad de enfrentar a las fuerzas conservadoras y menos permeable a la influencia enemiga que la mayoría de los dirigentes del Partido Justicialista, donde las excepciones a esa regla en nada        alteran el cuadro general.

Para rehacer la política, protagonismo popular
No obstante, es preciso plantear dos afirmaciones, que sintetizan las exigencias del actual periodo; a saber: 1) no podremos dar sustentabilidad al curso abierto por Néstor Kirchner en el 2003 sin una recomposición del movimiento nacional y esto implica su actualización política y doctrinaria; 2) semejante tarea no puede cumplirse sin democratizar la política y, particularmente, el debate sobre el país que deseamos, el contexto internacional y latinoamericano, la composición social del frente nacional, el rol de las estructuras y aparatos de poder, la fragmentación política, los contenidos y los métodos que fortalecen nuestro campo y aíslan al enemigo, en fin, una suma de cuestiones cuya resolución es impensable sin estimular enérgicamente el protagonismo popular.  
Se habla a menudo de “superar el peronismo”, con liviandad. Es preferible, me parece, establecer concretamente qué precisamos; qué deberíamos ratificar (una vez recuperado, ya que en ciertas cuestiones estamos por debajo del programa del 45), de aquel contenido que hizo del peronismo un movimiento nacional, el más progresivo de nuestro siglo XX; y qué límites y contradicciones de su formulación tradicional debemos “superar”, para llegar hasta un punto en que sean irreversibles la soberanía política, independencia económica y justicia social. Esto impone la amplitud de criterios que requiere abordar un cambio de época. Quienes provienen del peronismo, deben abrirse a la reflexión sobre la historia reciente, que es ineludible y se verificará contra ellos, si no hubiese otro remedio. Es insostenible, en particular, por estéril y sectaria, una visión “esencialista” que ignora el decurso del movimiento real y aparta del “peronismo” lo que no le agrada; y su complemento simétrico, un “nominalismo” para el que pesan las formas y los rituales, la identidad formal. Con “las esencias” se niega la identidad peronista del neoliberalismo del 90, para introducirla por la ventana a la hora de distinguir entre propios y extraños (en este último caso, De la Sota es preferible a Juez, aunque al mismo tiempo se diga, en el momento de “filosofar”, que el ex gobernador “no es peronista”). Por su parte, quienes se apuran en “superar” al peronismo en un trámite expeditivo debieran entender que la actualización doctrinaria y puesta al día de las fuerzas populares no puede darse sin aventar los restos de un gorilismo pequeñoburgués que, a menudo, se viste con un ropaje “progresista”, o “socialista” y “revolucionario”, para aborrecer más a Hugo Moyano y los jefes sindicales que a los explotadores y chupasangres de la “libre empresa”.
En ambos extremos, resulta notoria la dificultad para proveer de un marco histórico los problemas de la construcción de un sujeto político apto para concluir con las trágicas alternancias de un país que vivió en 1955 y 1976 la brutal clausura de sus experiencias democráticas y la restauración del poder oligárquico; hechos en los cuales tuvieron un papel activo y fatal los límites y contradicciones del movimiento popular. Aunque en cada caso estos se manifestaran de distinto modo, siempre parieron ciclos de predación imperialista, con enorme costo económico-social. Si algo quiere aportar al país la reiterada intención de “superar” el peronismo, debe señalar cómo hemos de construir un movimiento cuya amplitud, profundidad y coherencia permitan concluir con estas alternancias y llevar a la Argentina a otra época histórica.

El lugar de la militancia en el nacimiento del peronismo
Si el General Perón, el creador del concepto, les hubiese planteado a los líderes sindicales en 1944 que de allí en más habría de imponerles una “conducción vertical”, el peronismo no hubiese llegado a ser. De esta obviedad hay que extraer hoy conclusiones políticas, a las que buscaremos llegar con un tratamiento histórico. Son imprescindibles, si pretendemos rehacernos.
Aquellos gremialistas, que provenían del anarquismo o del “socialismo” juanbejustista, por doctrina y por experiencia poco predispuestos a confraternizar con militares, acudieron con desconfianza al sorpresivo convite del Secretario de Trabajo del golpe del 43. Sin una previa seducción política, en el marco de acciones que otorgaban derechos y otro lugar social a la masa obrera, no hubiesen trabajado, tal como lo hicieron, para dar envergadura a uno de los pilares del movimiento nacional que el coronel nacionalista quería construir y para cuya concreción alentó el protagonismo popular, sin renunciar a las posibilidades de sumar también a fuerzas ya estructuradas.
El Partido Laborista fue dirigido por los jefes  sindicales, que lo habían creado tras el 17 de Octubre, hasta que Perón consolidó el gobierno surgido en las elecciones del 46. Recién entonces el General  resuelve disolver al laborismo y las restantes agrupaciones que lo habían acompañado en la lucha por el poder. La “conducción vertical” emerge como el resultado de una dura lucha, que concluye  con la prisión de Cipriano Reyes, la destitución de Gay en la CGT y la disolución final de aquella suerte de “partido obrero”. Para bien y para mal, la jefatura arbitral se incorpora a la doctrina y las muletillas del peronismo. Perón, inicialmente, para fundar su movimiento, estimuló el protagonismo de todos sus adeptos y apenas se imponía como un primus inter pares por medio de la seducción.
Es natural: era un militar rodeado de camaradas tachados de autoritarios; a nadie escapaba, entre los líderes obreros, que podía tratarse de un aventurero vulgar; podía caer, víctima de las intrigas y los intereses en juego. Perón, conciente de sus debilidades, quería ganar a las fuerzas obreras y de ningún modo forzaba la situación; hacía política; no sólo otorgaba múltiples beneficios; buscaba consolidarse como una expresión renovada de sus identidades previas, síntesis de lo representado por la vieja guardia sindical y el proletariado criollo, el nacionalismo militar y la herencia irigoyenista sobrevivida.
El orden y la regimentación del conjunto del movimiento (que, además de expresar los rasgos particulares de su  formación militar, garantizaban para Perón la imposibilidad de “un desborde” de las bases obreras), con la doctrina “verticalista” y “la infalibilidad del Líder”… vendrían después.
La naturaleza del peronismo, un movimiento nacional con mayoritaria presencia de la clase obrera  y liderazgo nacionalista, se expresará en la contradicción, dentro de su seno, entre una retórica que “combatía el capital” y un proyecto que en verdad buscaba desarrollarlo, aunque fuese mal visto por el propio empresariado y debiera usar al Estado nacional como la fuerza impulsora de las grandes empresas que el país necesitaba, que la débil y malparida burguesía “nacional” jamás emprendería, dado su visión, mezquina, y su total subordinación al universo cultural y simbólico de la oligarquía ganadera. Esta mezcla, tan particular, que transformó en laberíntico el análisis del movimiento fundado por Perón, explica los rasgos bonapartistas de su jefatura, urgido a disolver las  tendencias internas, ahogar el debate y establecer reglas dirigidas a destruir todo poder autónomo, para así preservar la discrecionalidad del jefe. Fuera del poder, en la proscripción y el destierro, esa disciplina implacable cedía el paso a la célebre táctica “del juego pendular”, que intentaba combinar la amenaza “revolucionaria” cara a “la Resistencia” con la propensión a conciliar e “integrarse” (al régimen vigente) de ciertas alas “participacionistas”, incapaces ambas de arrancar a la oligarquía la  única concesión que podía para sacar la situación del impasse: el derecho de Perón a retornar al país y a ser elegido presidente de la nación.
Proseguir estas consideraciones nos llevaría lejos del puntual propósito que perseguimos aquí, que nace de las exigencias de una actualidad política que nos exige reconstruir el movimiento nacional, para sustentar el curso abierto por el kirchnerismo. Vivimos un momento, a nuestro juicio, análogo al que protagonizaron los parteros del peronismo; éste no fue, como coinciden en creer algunos de sus apologistas y sus detractores oligárquicos, la obra de un hombre, sino una creación colectiva de los argentinos, al menos en el sentido de que el 17 de Octubre y su multitudinaria militancia dieron al líderla posibilidad de ser. Y dicho sentido no es menor.
En el momento necesario, hasta que logró consolidar un liderazgo cuya fortaleza sobreviviría a las  pruebas del exilio y el tiempo, Perón fue capaz de ver el papel del protagonismo y la creatividad del pueblo llano y, sin garantías de que podría dominar a Las Furias, resolvió abrir la  Caja de Pandora, sin arredrarse. La alternativa, entonces como hoy, era fracasar en la construcción política y, como corolario, poner en cuestión la sustentabilidad de los cambios. El kirchnerismo, que en esta materia ha sido hasta hoy medroso y dependiente de los acuerdos cupulares, no sobrevivirá, a la larga, si la militancia popular no logra crear una articulación de fuerzas capaz de imponer formas democráticas de resolución de los problemas y seleccionar liderazgos fundados en la representatividad y el apoyo condicional de una organización piramidal. Las fuerzas del stablishment lucen dispersas y confusas, hoy, pero esa situación no durará eternamente. La nueva militancia y los viejos cuadros que animó      la experiencia  iniciada por Néstor Kirchner se frustrarán nuevamente si acatan la “verticalidad”, sin hacerse cargo de hacia dónde vamos y cómo lo hacemos. Es tiempo de archivar la afirmación desatinada de que “la conducción decide y el resto obedece” y asumir las responsabilidades de los mayores de edad.

Córdoba, 25 de febrero de 2011

martes, 22 de febrero de 2011

Proyecto de Resolución para respaldar a la cancillería

FUNDAMENTOS DEL PROYECTO DE RESOLUCION PRESENTADO POR LA DIPUTADA NACIONAL PROF. CARMEN NEBREDA EN RESPALDO A LA ACTUACION DE LA CANCILLERIA ARGENTINA
Sr. Presidente:
Los sucesos protagonizados durante esta semana en el aeropuerto internacional de Ezeiza por el avión carguero Boeing Globmaster III de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, violan los acuerdos internacionales vigentes e incumplen con la lista de buena fe entregada el 17 de diciembre pasado para el ensayo de maniobras conjuntas. En ese contexto esta Honorable Cámara respalda el correcto accionar de la Cancillería Nacional como una afirmación de la Independencia, la Soberanía y la Autonomía, en función de la legislación nacional e internacional vigente que avala su procedimiento y determinación.
No debemos olvidar que tras el largo período en que la independencia nacional estuvo mansillada y ratificada por oprobiosas expresiones como las “relaciones carnales”, este país ha tomado la decisión de recuperar su soberanía y la dignidad nacional reformulando el concepto y el fundamento de su política exterior, lo cual implicó:
a)     El cumplimiento de las leyes nacionales que avalan su independencia
b)    El fortalecimiento de su participaición en organismos internacionales como el MERCOSUR y UNASUR

Por toto esto, y con la firme convicción de que no debemos sentar precedentes que habiliten la violación de nuestra soberanía, sostengo que es menester de esta Honorable Cámara:
Ratificar la autoridad de la Sra Presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, frente quienes se arrogan la potestad de actuar por fuera de la ley
Manifestar su apoyo a la  Cancillería Nacional y respaldar su procedimiento
Exigir una respuesta diplomática que pueda enmendar la arbitrariedad con que se manejó la tripulación del avión de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos frente al correcto proceder de los funcionarios de la Aduana y la Cancillería Nacional.
Por las razones expuestas, solicito la aprobación del presente proyecto de resolución.

Carmen Nebreda
Diputada nacional por Córdoba Frente para la Victoria

sábado, 19 de febrero de 2011

La parábola de Mariano . . .

Opinión                                                                              por Delsio Evar Gamboa
Hay vidas que son más despreciables, que la más despreciable de las muertes . . .

             Vendría a ser el álter ego de Leopoldo Lugones, y no por poeta precisamente, sino por la autoría de las proclamas militares, apuntalando -como aquél-, las más nefastas ideologías golpistas.
Ya no hay remiendo ni zurcido que aguante. Su caperuza hace mucho que ha empezado a deshilacharse. A la vista quedan las cicatrices faciales de su indisimulable hipocresía, y emerge desnudo hasta los tobillos el auténtico personaje: el subsecretario del Interior de José María Guido -un títere de los militares golpistas que depusieron a Arturo Frondizi-, el autor intelectual de los tristemente célebres bandos del Gral. Onganía -al derrocar al presidente Arturo Illia-; el que apoyó e instó a López Rega para que continuara su “tarea” con las Tres A, “que pronto vendrán “otros” a terminarla”; el amanuense de los genocidas de la última dictadura; el apólogo serial en el que todas las formas autoritarias hallaron y hallan cada vez más, siempre el irrestricto apoyo, tanto en su dialéctica como en su prosa rentada, eso sí, pedagogizando con abundantes citas de los clásicos griegos -en latín, por supuesto- o de Ortega y Gasset, su filósofo de cabecera, de modo de asegurar el necesario sustento “académico”, siempre con ademanes de predicador, y soflamando falazmente como en una misión sacerdotal y redentora, desde su inefable estrado profesoral.
Mariano Grondona, quién sino, que como director de la revista interamericana “Visión”, en su momento saludó alborozadamente, y ponderó “la aséptica revolución” del 24 de Marzo de 1976, haciendo un elogio desmedido de la “profesionalidad” de Videla. Ahora, desde su columna, que comparte con Joaquín Morales Solá -del mismo plumaje aunque en versión “seria”, no por conducta sino porque no se ríe nunca- en el diario La Nación, -el Decano del conservadurismo reaccionario, conspirativo, antipopular y añorante de la Generación del 80 y la Década Infame, que usufructuó en su provecho, al igual que Clarín, la expropiación de la Empresa “Papel Prensa” por Martínez de Hoz para, a cambio, apuntalar periodísticamente al Proceso- que los tiene, a ellos digo, que no a Martínez de Hoz, como francotiradores vedettes de tiempo completo contra el gobierno, y aunque el pasado los condene, se presentan como íconos de la libertad de expresión, al igual que otros tantos mercenarios de la opinión. ¿De qué periodismo independiente hablan, si responden a sectores bien identificados y a los intereses monopólicos de la corporación periodística de la que son escribas? . . .  Allí Grondona -como si quisiera saltar el cerco de púas que rodea su conciencia- ofende a la primera persona del plural cuando afirma en un cínico mea culpa que, “ni los observadores de entonces imaginábamos la catástrofe que se avecinaba” refiriéndose al golpe de Estado. Queda bien claro que Grondona no era un “observador” sino un “protagonista”. Como asesor consuetudinario de golpistas y usurpadores del poder; no necesitaba “imaginar” lo que, por su condición de “erudito”, tenía obligación de saber, porque hasta el más despistado conocía lo que ocurría.
            Lo cierto es que muchísimos argentinos -mucho más comprometidos que “observadores”- tal vez no mejores, pero no peores y sí, claramente distintos, vaticinaron en su momento el inevitable carácter terrorista de la dictadura que sobrevino al golpe, y alertaron con angustia a esa gran proporción de civilidad pasiva que se informaba con “Gente” -la revista frívola del Proceso- y que dirigía el “democrático” Chiche Gelblung.
            Pero Grondona, que invoca haber integrado ingenuamente el coro de la “imprevisión política”, no puede ocultar hoy su pertenencia absoluta al bando genocida y sus socios, los poderes fácticos y la corporación de medios monopólicos. Para él, no hubo aquí un verdadero Ejército de Ocupación, y su lógica contrapartida, una lucha por la liberación, -como los Maquis en Francia y los Partisanos en Italia contra la invasión Nazi- no, para su lacayo criterio, la opción terrorista de las fuerzas armadas apenas fue, un  “mimetismo” provocado por la “subversión marxista”, que sólo mereció reproche “a partir de Marzo de 1976, porque hasta ese momento, cuando reprimían a los subversivos, lo hacían por orden de un gobierno constitucional”. ¿Ignora el sesudo catedrático que en otros países civilizados ante similar situación, no fue necesario ningún golpe de Estado? No es bueno tener que estar recordando este tema, pero peor es que se lo olvide.
            Mariano Grondona, rendido admirador de Pinochet al que no le cuestionó jamás que hubiera “desaparecido” y asesinado a más de cuatro mil chilenos, declaró, con la misma boca con que bebe y come el cuerpo de Cristo todos los domingos, en asperjada comunión y con arrobada profusión de piadosa fe cristiana, que aquellos crímenes fueron algo normal porque “estaba entre las reglas del juego”. Eso sí, hace poco, reveló que se sintió defraudado al enterarse que el Dictador chileno tenía cuentas millonarias y toneladas de oro en el exterior . . .
Desde su desestabilizador programa televisivo “Hora Clave”, donde recala toda la lacra del Proceso y la derecha más cerril, además de trasnochados consectarios y provectos obsecuentes que constituyen su habitual “elenco estable”, y que añoran la época de la “mano dura”, supo mediatizar la esclerosis de Fernando Ciro y su mujer Elena Cruz, a la nazifascista Cecilia Pando, a la porno-dirigente filoprocesista Karina Mujica -alias Valentina- y ahora a otros de idéntico pelambre, como los impresentables opositores del Grupo A, patéticos campeones de la ética y la moral, ineptos para todo, menos para la maldad, que pontifican con una sobreactuada ostentación de fe democrática, haciendo indisimulada apología del golpismo,  el Terrorismo de Estado y el genocidio. 
Cuando ya nadie ignora la participación policial y militar en la represión ilegal, y el carácter instrumental de la dictadura y sus socios civiles y eclesiásticos para imponer un plan económico antinacional que nos hipotecó de por vida, -del que gracias a Néstor y Cristina estamos saliendo- cuando han quedado bien en claro la cobardía y las pérfidas intenciones por las que además, nos llevaron a una guerra absurda, que la tuvieron que pelear y morir los chicos, mientras los generales, sobrecargados de entorchadas charreteras y condecoraciones obtenidas con “coraje y valentía” detrás de sus escritorios, la escuchaban cómodamente por radio; Marianito sigue sobreactuando su “mesura filosófica” para elucubrar en alambicadas “conclusiones” su siempre edulcorado apoyo a los actos más siniestros del Terrorismo de Estado. Con una falacia que las comillas no alcanzan a disimular, sostiene que las fuerzas armadas ganaron la “guerra” pero “perdieron la paz” porque hoy, en nombre de la justicia, “se ejerce la venganza”.
            Ganar la paz, en su perversa lógica, hubiera sido asegurar la impunidad que ya empieza a desmoronarse, gracias a un gobierno popular que impuso los Derechos Humanos como Política de Estado y aquellos que durante más de treinta años de lucha abnegada, de memoria terca, y de dignidad recuperada lo están haciendo posible. Y son los que detrás de esa demorada, pero siempre oportuna reivindicación, no alientan el odio y la venganza que imaginan con mezquindad los Grondona, los Morales Solá y otros de igual desvergüenza -porque llegado el caso, ellos sí que lo harían- sino el amor por la vida, por la verdad y por la justicia. Algo que a los que aún piensan como ellos, poco les importa . . .
            Ayer, golpista declarado y veterano de mil obsecuencias. Hoy, conspirador convicto y confeso, sin ningún rubor y en impúdica impostura que, como un moderno fariseo en su templo mediático y para una incauta feligresía, todavía pontifica y dicta cátedra sobre las mieles de “Su Democracia”. No obstante, - pese a la plena vigencia de las libertades públicas- dice que tiene miedo de vivir en este país. Y en eso es consecuente con su visceral ideología antidemocrática: él siempre vivió mucho mejor y más seguro durante las dictaduras y rodeado de genocidas . . . 
Pero, sabido es que más temprano que tarde, parafraseando a Los Olimareños . . . ¡Si no lo desnuda el viento, lo va a desnudar la historia!
           
Laborde. Cba. 

martes, 15 de febrero de 2011

Entrevista a Roberto Elisalde en P/12

Fuente: http://www.pagina12.com.ar/diario/dialogos/index-2011-02-07.html

Tienen más de cuatro mil estudiantes y surgieron como necesidad de dar respuesta a la gran cantidad de jóvenes que eran expulsados de la educación formal. Muchas de estas escuelas comenzaron en fábricas recuperadas.

Por José Maestre
–¿Cómo aparece la necesidad o la idea de crear bachilleratos populares?
–Fue una experiencia claramente colectiva en cuanto a la decisión de impulsar experiencias en el campo de la educación de jóvenes y adultos. Yo formaba parte de un grupo de trabajo que a fines de los ’90 veníamos con alguna experiencia de lo que era la educación de jóvenes y adultos y con trabajos vinculados con la educación en la universidad y a partir de un trabajo que llevamos a las escuelas y el estado de la educación de jóvenes y adultos, fundamentalmente en lo que significaba los primeros indicios del fracaso de la reforma de educativa noventista, lo que veíamos era un proceso de cada vez mayor expulsión de jóvenes y adultos de la escuela media formal y un crecimiento en los requerimientos para la educación de adultos. Ese fue tal vez el primer diagnóstico que se correspondía además con trabajos e investigaciones que nosotros veníamos realizando sobre ese sector del campo educativo.
–Habla de un colectivo. ¿Cómo es que se forma?
–El CEIP (Cooperativa de Educadores e Investigadores Populares) comenzó conformándose como un equipo de educación popular con talleres de formación propios. Nosotros provenimos, la mayoría, de la Universidad de Buenos Aires, también de profesorados nacionales, estuvimos trabajando en escuelas medias durante mucho tiempo, y a partir de este estado de situación de la educación de adultos es que comenzamos a reunirnos y llevar adelante este proyecto que de algún modo buscaba articular una reflexión que estaba vinculada con lo teórico y al mismo tiempo con una praxis educativa desde una fuerte concepción política. Por eso no fue accidental que tomáramos la tradición de la educación popular. El proceso tiene varias etapas, si bien comienza a fines de los noventa como una resistencia a las políticas reformistas neoliberales, a partir de 2001 gana en forma con la experiencia del movimiento social. Allí muchos de nosotros trabajábamos con la investigación en el campo educativo y no nos alcanzaba con la investigación especulativa. Sin duda tiene su valor en sí mismo pero, como colectivo de trabajo, pensábamos que debíamos pasar a una acción más concreta. Por eso reivindicamos, en la tradición de lo popular, el principio de la autogestión. Por eso nos lanzamos como colectivo, como organización, a articular con otras organizaciones sociales, con empresas recuperadas, con organizaciones de desocupados. En esa articulación política se fue planteando este doble diagnóstico que planteé al principio. La necesidad con la que coincidíamos todos y cada uno con los que nos íbamos acercando. Los movimientos sociales veían en sus barrios que la expulsión de los jóvenes y adultos de 15 y 16 años iba in crescendo y estaban quedando por fuera de la escuela. Y además la decisión política de estas organizaciones sociales que entendían que el movimiento social debía dar cuenta de ese déficit, de esa problemática educativa pero desde otra concepción. No con una lógica de contención, sino con una lógica de acción y formación con otra perspectiva política y educativa. Allí es donde entraba la educación popular.
–¿Cuál fue la primera experiencia para tratar de articular con un movimiento social o de abrir la primera escuela?
–Hay varios momentos. Creo que hay un primer momento que fue del ’98 al 2003 donde se va conformando el equipo de educación popular. Allí primero es un equipo de estudio, luego es un equipo que comienza a reunir a compañeros con las mismas inquietudes respecto del sistema educativo, respecto de la militancia. Un período de estudio y a la vez de accionar en unas primeras experiencias que se dieron en el Partido de Tigre.
¿Por qué digo que en el 2003 hay un cambio? Porque a partir de allí nosotros ya como organización, como equipo de educación popular articulamos con un movimiento social que es el Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas. Incluso nos incorporamos como área de educación del Movimiento de Empresas Recuperadas y entre 2003 y 2007 el proceso comienza a tener una mayor extensión, fundamentalmente cuando pasamos de provincia de Buenos Aires a Capital con estas experiencias. Rápidamente una gran parte de los movimientos sociales toman la estrategia de los bachilleratos populares como un modo, porque en definitiva yo creo que es una experiencia inédita de organización e interpelación en el campo educativo desde una concepción crítica del sistema. Y es tomado como herramienta para llevar adelante con sus propios colectivos y organizaciones. Entre el 2003 y el 2007 se suman un conjunto de organizaciones como el Frente Darío Santillán, el Movimiento de Ocupantes e Inquilinos, organizaciones de la CTA, algunos sindicatos como el de canillitas, con una amplitud política e ideológica que tiene pocos antecedentes dentro del movimiento social. Hoy por hoy, o el sector privado con el capital, o el estatal tenían el monopolio de la acreditación. En 2007 nosotros conseguimos, luego de años de movilización y lucha, que se nos reconozcan las primeras escuelas. Y ahí lo diferente es que es una experiencia de educación popular que plantea la acreditación también precisamente como un derecho y que plantea que las experiencias de educación popular de los sesenta y los setenta fueron muy ricas pero el panorama del sistema educativo con los sistemas expulsivos actuales es otro. Por eso se plantea como un derecho igualitario que los trabajadores puedan también ser parte de experiencias de educación popular y tengan el reconocimiento de sus estudios.
–¿Cómo creció desde el comienzo hasta la actualidad este movimiento?
–Entre el 2007 y la actualidad se da un proceso en el cual estamos hablando de prácticamente 40 bachilleratos populares con por lo menos 20 movimientos sociales. Los más extendidos a nivel nacional han incorporado bachilleratos populares. Y hoy la lucha de algún modo es por los recursos, por los recursos para los bachilleratos, por los salarios para los docentes. Nosotros esto lo planteamos en una concepción de militancia social pero también que incorpora los derechos del trabajador docente. Por eso en ese sentido hemos impulsado, sobre todo en el caso de nuestra organización que es la CEIP, un proceso de sindicalización que nos coloque en el mismo terreno de unidad con el conjunto de los trabajadores que luchan precisamente por sus reivindicaciones.
–Los docentes de bachilleratos populares no cobran un peso.
–Efectivamente. Nosotros hicimos un diagnóstico inicial en el cual primero planteamos la necesidad de dar cuenta de una organización social en el campo educativo. Todos los docentes se identifican como trabajadores y militantes sociales. Por eso precisamente se garantizó este proceso. Nadie allí preguntaba o calculaba cuántas horas trabajaba para ver cuánto cobraba. No había salarios. Planteamos primero la organización y luego la reivindicación del salario. Le planteamos al Estado que debe ser el garante del sistema educativo. Noso-tros como organización rechazamos el subsidio de empresas privadas. En ese punto no somos una escuela privada y tomamos distancia de esa lógica. De modo que éste es el momento en que como organizaciones reclamamos, ahora sí, el salario. Lo hemos hecho desde el principio pero sabíamos que la primera prioridad era el reconocimiento de las escuelas. Hoy consideramos que a casi diez años de esta experiencia, si tomamos las primeras en el ’98, ’99 la política pública tiene que dar cuenta de este derecho de los trabajadores de la educación. De tal modo que incluso en lo que es política sindical nosotros hemos reivindicado nuestro proceso de sindicalización. Concretamente en Capital, la UTE nos ha acompañado en estas luchas y nuestros compañeros de CEIP están sindicalizados.
–Hablemos de los contenidos de estudio. ¿Por dónde pasan y qué particularidades tienen comparados con los de la educación oficial?
–Hay dos dimensiones que son las que le dan la particularidad al proyecto. Por un lado esta dimensión si se quiere más amplia que se da por la ligazón del principio de autogestión con el de educación popular, pero hay otra que siempre nos interesa mencionar que tal vez queda en un segundo plano porque tal vez el impacto del hecho de la creación de escuelas pueda generar mayor atención. Esta es la de la idea de un proyecto pedagógico específico, propio para la educación de jóvenes y adultos y además específico a una concepción de la educación popular. Por ejemplo las formas de organización de los bachilleratos e incluso la decisión de los proyectos educativos está vinculada con esa comunidad educativa. En nuestro caso la decisión de las currículas y de los programas de estudio toman como referencia a grandes rasgos lo existente del sistema educativo en general pero lo toman con una particularidad. Primero en cómo se organiza. Esto está vinculado en lo que es el diseño de cada bachillerato popular. Existe una asamblea docente estudiantil, existen espacios de coordinación. Existen trabajos de áreas. La asamblea es uno de los espacios donde hay participación tanto de los docentes como de los estudiantes. Es una de las instancias donde se decide tanto la política global como también se debate sobre la política académica cotidiana. De esas experiencias incluso surgieron los primeros proyectos pedagógicos. En el caso de la empresa recuperada IMPA, el primer proyecto pedagógico que surge en el 2005 se hace con esa dinámica: la preparación de un proyecto, incluso plantea un trabajo en áreas, plantea un diseño curricular que contiene una explícita referencia a una educación politizada en la tradición freiriana. Que no busca rehuir desde neutralismos e incluso progresismos los debates y necesidades que plantea y que se plantean en nuestra sociedad. Porque en definitiva nuestro diseño curricular tiene como uno de los vértices principales la formación de sujetos políticos, críticos.
–¿Tienen materias específicas para hablar de cooperativismo, por ejemplo?
–En todo lo que fue la primera etapa de la relación con las empresas recuperadas hubo una necesidad también de la propia comunidad de que los bachilleratos populares tuvieran especializaciones vinculadas con cooperativismo. Por eso el diseño curricular está ligado a esa concepción. Desde economía política y materias vinculadas con la humanística y obviamente la formación básica que existe en el conjunto de las escuelas de jóvenes y adultos pero sí hay una especialización. Cuando armamos el primer bachillerato había como un diseño base que luego fue ganando forma con la incorporación de diversos colectivos. La base era una escuela, un centro cultural e incluso la idea de la conformación de un centro de formación profesional, es decir de formación laboral desde una concepción formativa integral. Y al mismo tiempo un espacio vinculado con la alfabetización. Según las posibilidades y recursos de cada movimiento social fueron dando cuenta de ello. Incluso la incorporación de saberes técnicos, pero no desde la idea de formar al trabajador para que vaya a la empresa, sino dándole una concepción más integral desde la economía política y el cooperativismo. Pero además con una formación que apuntaba a reivindicar el derecho a continuar estudiando a nivel superior. Nosotros decimos que en primer año se incorporan con el deseo de aunque sea terminar el secundario.
–¿Ustedes forman a todos los docentes o les dan una matriz a todas esas escuelas para que la respeten?
–No. Este es un proceso que ha tenido y tiene una fuerte impronta primero colectiva, luego autogestionaria y yo diría fuertemente democrática porque son casi 20 organizaciones que han tomado la estrategia del bachillerato popular. Y allí la experiencia nos muestra que es a través del intercambio fraternal entre organizaciones con los compañeros y las organizaciones con más experiencia donde fueron surgiendo las primeras inquietudes. Por ejemplo, en Pergamino hay un colectivo de trabajo que está impulsando desde una organización social un proyecto de bachilleratos populares. Allí se han intercambiado experiencias con compañeros de una o dos organizaciones. Hay producción escrita y una cantidad muy amplia de compañeros que ya han realizado ese recorrido y es a partir de ese intercambio cooperativo y fraterno que se impulsa la experiencia. Luego está la responsabilidad de cada organización de dar cuenta de la formación de un equipo docente y la realización de lo que significan los trabajos propios. Porque obviamente cuando nosotros armamos el primer bachillerato popular realizamos un trabajo previo, los primeros sin duda fueron de por lo menos seis meses o un año. Tenían que ver con la inserción de la organización social en la comunidad en la cual se llevaban adelante proyectos de investigación participativa o proyectos de conformación de mapas sociales en los cuales la organización y la comunidad participaban de esos relevamientos que daban cuenta de la necesidad de la comunidad de tener una escuela. En este caso una escuela de jóvenes y adultos. Este proceso de conformación de mapas sociales que en la CEIP lo hacía el grupo de investigación era parte esencial para la creación de la escuela. Y a la vez permitía el intercambio más cercano con los compañeros y el conocimiento de la realidad de los compañeros en cada barrio. Era un relevamiento donde la propia comunidad participaba. Esta es la tarea inicial de ver dónde está la necesidad, qué características tiene, la conformación de equipos docentes que además puedan ir conformando, completando, enriqueciendo su formación en el terreno de la educación de jóvenes y adultos... Digo que es tarea de cada organización el dar cuenta de la preparación de un equipo y de un proyecto que den cuenta de las necesidades de su comunidad.
–¿Cuáles serían las diferencias que marcaría usted entre los bachilleratos populares con respecto a la educación oficial de jóvenes y adultos?
–Parte de nuestro diagnóstico inicial tenía que ver con esto. Desde la reforma de los ’90 hasta estos últimos años no había una política pública que diera cuenta de la particularidad del joven y adulto. Si tomamos algunas referencias históricas vamos a ver que las experiencias que están en la memoria educativa con más impacto han sido las que han combinado en la educación de adultos experiencias autogestionarias con política pública que diera cuenta de ese proceso. Uno de los casos es la Dinea o el Plan Crear en el año ’73. Allí se impulsa un proyecto para dar cuenta de esas necesidades de jóvenes y adultos pero que retoma las experiencias que ya a fines de los ’60 venían llevando muchas organizaciones sociales. Lo mismo que en las experiencias de los ’40 y ’50, cuando se conforman las escuelas fábrica y la universidad obrera. Allí se retoman las experiencias de socialistas y anarquistas, se las articula en un proyecto político en particular y tienen un impacto social que hoy aún es recordado. ¿Por qué? Porque precisamente logra articular una necesidad con la misma experiencia que se fue desarrollando. Nosotros pensamos que la educación de jóvenes y adultos tiene que tener esa amplia heterogeneidad. La escuela institución que busca reproducir en los jóvenes y adultos las mismas formalidades que la escuela convencional, en general fracasa. Y ha habido dos estrategias: una es infantilizar al adulto y la otra es no dar cuenta de la particularidad del joven expulsado de la escuela tradicional. Este ha sido uno de los errores de las políticas públicas. Y el otro han sido los programas costosos que en general estaban elaborados desde la tecnocracia, en muchos casos con resultados que no expresaban las expectativas iniciales por no decir de altos fracasos. Y a la vez con reformas educativas que no atendían a esa particularidad tanto en los diseños curriculares como la apelación que se hacía de los jóvenes y adultos en las escuelas. Nosotros miramos atentamente esas dificultades, limitaciones o yerros de la política pública en la educación de adultos para hacer precisamente lo contrario. Armar espacios fuertemente flexibles, de alta participación democrática de los estudiantes con diseños curriculares que tuvieran además una particular dedicación en el plano de lo académico. Porque parecía que la escuela de adultos era el sector menos prestigiado.
Nunca nos pareció que sólo tenía que ser una instancia de contención. Debe ser de alta formación académica de los compañeros. Tienen que ser las mejores escuelas.
–Hay una foto bastante conocida de los bachilleratos populares que muestra a una joven madre con su hijo en brazos haciendo un ejercicio matemático en el pizarrón.
–Sí, totalmente. Eso se da en los bachilleratos populares porque es parte de la realidad de los compañeros en los barrios. Uno de los motivos por el que muchos dejan la escuela formal es por falta de tiempo para organizar los tiempos familiares. Parte de nuestro proyecto es que cada bachillerato tenga una escuela infantil para que las madres que estudian lleven a sus chicos. Ahí también estamos hablando de un problema de recursos para infraestructura, porque la mayoría de las organizaciones no cuentan con recursos para construir una escuela infantil. Nosotros sabemos que muchas de sus no concurrencias están ligadas por el problema de no tener dónde dejar a sus chicos cuando vienen al colegio.
–Hábleme de esta particularidad de tener equipos docentes en cada clase.
–Desde que iniciamos el proceso planteamos esta lógica de reivindicar el trabajo colectivo del docente. Ya está probado que obtiene mejores resultados que el trabajo solitario.
–Además tienen otra manera de armar el aula. El docente no está frente a los alumnos sino que forman un círculo.
–Sí, hay otra gramática escolar. Es la combinación de múltiples experiencias que han expresado esta historia de democratización en el ámbito académico. En ese sentido, los bachilleratos se arman con el diseño de aulas talleres. Nosotros planteamos un aula taller con un diseño pedagógico participativo con la participación de docentes y estudiantes. Decimos que en clave de logros educativos no solamente reivindicamos una formación integral de compromiso y seria, sino que además hay otros elementos que están instalados en la cotidianeidad en instituciones expulsivas. Nosotros nos encontramos que el trabajo fraternal cooperativo les gana a las situaciones de violencia tan remanidas en los estudios y preocupaciones de los especialistas. En nuestras escuelas no se dan.

Cordobeses en busca de la unidad perdida

Tras el acuerdo en Santa Fe... y el mes que viene internas

Por Julián Bruschtein
Intentando emular a sus pares santafesinos, el peronismo cordobés está en plena discusión para intentar acercarse a un acuerdo que lo lleve a la unidad en las elecciones este año. Mientras el gobernador Juan Schiaretti aún no dio a conocer la fecha de los comicios generales, la interna se está poniendo a tono. Tanto el sector que lidera Schiaretti como el que conduce el ex gobernador (y seguro candidato) Juan Manuel de la Sota no se ponen de acuerdo y tironean cada cual para su lado. El kirchnerismo local también muestra algunas fisuras. Las elecciones para autoridades del partido serán el 27 de marzo y será el indicador de cómo llegará el peronismo al escenario electoral de cargos ejecutivos para la provincia.
“Schiaretti se quiere quedar con el aparato del partido”, aseguró una fuente del PJ cordobés a Página/12 sobre las ambiciones del gobernador. El peronismo de Córdoba se encuentra en plena discusión para definir su futuro electoral de cara a las elecciones en las que deberán elegir al sucesor del contador. La demora de Schiaretti en definir la fecha de los comicios es uno de los puntos que le reclaman todos los sectores del peronismo local, pero el mandatario mantiene el misterio especulando con el armado interno del partido. Aunque no está oficialmente confirmada su candidatura, De la Sota es casi número puesto para la gobernación, habida cuenta de que Schiaretti no puede presentarse por su anterior mandato de vicegobernador en el período previo.
El debate hacia el interior del partido que gobierna la provincia se centra en la unidad entre los distintos sectores, incluido el kirchnerismo. “Así lo planteó la Presidenta y así lo vamos a hacer”, afirmó a este diario Juan Domingo Viola, dirigente de la agrupación Peronismo Militante. La unión de todos los sectores del peronismo es clave para enfrentar la postulación a gobernador del senador Luis Juez, que por ahora es el candidato con mayor intención de voto, seguido por el radical Oscar Aguad y luego, en el tercer puesto, por De la Sota. Si las elecciones fueran junto a las nacionales, el candidato peronista incrementaría ampliamente su caudal electoral por el arrastre de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner que lo acompañaría en la boleta, sumado esto a que Juez no tiene candidato presidencial y los radicales le robarían algunos votos.
La relación entre el gobernador cordobés y el gobierno nacional nunca fue demasiado buena, pero desde la muerte de Néstor Kirchner la tensión se había ido disipando. Operadores del peronismo local dicen que ahora “está dolido porque lo descartaron como posible vice de Cristina”. Al quedarse sin cargos de relevancia en la provincia, juega con la fecha de la elección –dijo que recién en marzo o abril la va a dar a conocer– para estirar lo más que pueda la negociación con los distintos espacios internos. Pero también anunció que se iba a poner en práctica la reforma electoral sancionada en la provincia recientemente, lo que hace suponer que las elecciones serán desdobladas, algo que no sería del agrado del gobierno nacional, que aspira a una victoria en primera vuelta. Al quedar fuera de la carrera por la gobernación, todavía no dijo cuál será su destino una vez que deje la Casa de las Tejas, pero descartó de plano ser candidato a intendente de la capital. “Mi hora para ser intendente ya pasó”, había dicho el gobernador en diciembre descartando la posibilidad de afincarse en el Ejecutivo de la ciudad capital de la docta, a pesar de que es el candidato peronista que mayor aceptación tiene entre los habitantes de la ciudad.
A las líneas internas de Schiaretti y De la Sota se sumó el kirchnerismo. En un plenario de todos los espacios peronistas K, que se realizó el lunes pasado, definieron participar de la interna del partido y proclamaron a Viola como el candidato a la intendencia que impulsarán en las elecciones donde se definirán las candidaturas, el 1º de mayo. “Vamos a participar de las internas del PJ para recuperar el partido y consolidarnos como espacio interno”, destacó Viola. Pero los kirchneristas todavía no terminan de cerrar las rencillas entre ellos. El intendente de Villa María, Eduardo Acastello, que era el delfín del kirchnerismo en la provincia, se mueve un poco más suelto y presiona con una lista por afuera. La disputa hacia el gobernador también tiene que ver con quién será el acompañante de De la Sota en el Ejecutivo provincial. Allí se anotan Acastello –que hace un doble juego porque promueve la lista por afuera pero participará en las internas partidarias de su localidad–, el diputado y ex intendente de Río Cuarto Alberto Cantero Gutiérrez y el jefe comunal de Leones, Fabián Francioni.
Los kirchneristas no peronistas observan los movimientos con cierto recelo. Hay muchos que no están de acuerdo en participar de un armado que contenga a De la Sota y Schiaretti y, por eso, se están agrupando para evaluar cómo definen su lugar en el escenario político. El Frente Grande, el Partido Comunista, el sabbatellismo –el viceintendente capitalino, Carlos Vicente, responde al diputado bonaerense– y las huestes del intendente Daniel Giacomino, entre otros, están detrás de un posible armado común.

lunes, 14 de febrero de 2011

ARMAS Y DROGAS NO DECLARADAS EN UN AVION MILITAR ESTADOUNIDENSE

Seguro que no

Un avión militar estadounidense intentó ingresar un cargamento no declarado de armas de guerra, equipos de comunicación encriptada, programas informáticos y drogas narcóticas y estupefacientes. CFK ordenó abrir una valija, que los estadounidenses se negaban a entregar. El gobierno reiteró así la negativa a militarizar la seguridad interior. Las maras salvadoreñas y las favelas de Río como modelo para las villas argentinas. El discurso de Macrì contra la inmigración fue calcado de uno de Scioli.
Por Horacio Verbitsky
El gobierno nacional impidió el ingreso de “carga sensitiva” secreta que arribó al aeropuerto internacional de Ezeiza en un vuelo de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos y sobre cuyo empleo no se ofrecieron explicaciones satisfactorias. La expresión carga sensitiva fue utilizada el lunes pasado por la Consejera de Asuntos Administrativos Dorothy Sarro al solicitar autorización para que un camión con acoplado pudiera ingresar a la plataforma operativa. El enorme C17, un carguero Boeing Globmaster III, más grande que los conocidos Hercules, llegó en la tarde del jueves con un arsenal de poderosas armas largas para un curso sobre manejo de crisis y toma de rehenes ofrecido por el gobierno de Estados Unidos al Grupo Especial de Operaciones Especiales de la Policía Federal (GEOF), que debía tener lugar durante todo febrero y marzo. El gobierno estima que el costo total del transporte y el curso ronda los dos millones de dólares. El curso estaba autorizado por el gobierno argentino, pero cuando el personal chequeó que el contenido de la carga coincidiera con la lista entregada de antemano, aparecieron cañones de ametralladora y carabina y una extraña valija que no habían sido incluidas en la declaración. Aunque el curso estaba destinado a fuerzas policiales argentinas, la carga llegó en un transporte militar y en Ezeiza la recibieron los agregados militar y de defensa, coroneles Edwin Passmore y Mark Alcott. Todas las cajas tenían el sello de la 7ª Brigada de Paracaidistas del Ejército con sede en North Carolina. Intentaron pasar en forma clandestina mil pies cúbicos, equivalentes a un tercio de la carga con que llegó el avión, luego de escalas en Panamá y Lima.

Doce expertos militares

La nota que la embajadora Vilma Martínez envió en noviembre al ministro de Justicia Julio Alak, quien por entonces también se encargaba de la seguridad, recordaba que la primera fase del entrenamiento al GEOF para el rescate de rehenes se había realizado en abril, “por lo cual se nos solicitó realizar otro más avanzado”. En otra nota, dirigida el 21 de diciembre a la ministra de Seguridad Nilda Garré, que había asumido el cargo cinco días antes, Vilma Martínez le informó que Alak había aprobado la realización del curso y que para dictarlo llegarían doce “expertos militares estadounidenses”. Cursos similares se realizaron en 1997 y 1999, bajo la presidencia de Carlos Menem, y 2002, durante los meses en que el ex senador Eduardo Duhalde cumplió un interinato a cargo del Poder Ejecutivo. No los hubo durante el gobierno de Néstor Kirchner y se reanudaron en 2009, bajo el actual gobierno. El nuevo curso, de cinco semanas, estaba programado para agosto de 2010, pero debió postergarse por un episodio similar. En aquel momento fue la embajadora Vilma Martínez la que se negó a recibir el cargamento porque la numeración de las armas no coincidía con la del listado previo, lo cual muestra los conflictos que esta práctica produce dentro del propio gobierno estadounidense. “Esto es una vergüenza”, dijo entonces Martínez, antes de devolver la carga a North Carolina. Por orden de la presidente CFK, funcionarios de la Cancillería y de los ministerios de Planificación Federal y de Seguridad, de la AFIP y de la Aduana supervisaron el procedimiento. Luego se sumaron técnicos de los ministerios de Salud y del Interior.

Los muchachos de la valija

En su libro ya clásico The Mission. Waging War and Keeping Peace with America’s Military, publicado en 2003, la periodista del diario The Washington Post Dana Priest describió la dramática primacía del Pentágono en la formulación y ejecución de la política exterior estadounidense. Con más de un millar de personas, el Comando Sur supera la cantidad de especialistas en América Latina de las Secretarías de Estado, de Defensa, de Agricultura, de Comercio y del Tesoro sumadas. Este desequilibrio no ha cesado de crecer y Estados Unidos intenta exportarlo a los países bajo su influencia, que son casi todos. Como ya había caído la noche del jueves, Cristina ordenó precintar la valija y reanudar la tarea al día siguiente, para lo cual dispuso que la Cancillería y el ministerio del Interior enviaran al lugar personal técnico capacitado para entender de qué se trataba. Durante seis horas del viernes, varios de los marines de los Estados Unidos se sentaron en forma rotativa sobre la valija, lo cual sugiere la importancia que le asignaban a su contenido. Según los estadounidenses se trata de software y material sensitivo para la seguridad. Un coronel dijo que no debía abrirse a cielo abierto porque podría revelar secretos a los satélites que sobrevolaran en ese momento. El avión también contenía una caja con merchandising para regalar a los policías argentinos, que incluía gorras, chalecos y otras baratijas. El canciller Héctor Timerman permaneció casi todo el día en el aeropuerto, junto con el secretario de transporte Juan Pablo Schiavi, en cumplimiento de instrucciones presidenciales, junto con personal de la Policía de Seguridad Aeroportuaria, de la Aduana y de la AFIP y con los principales directivos de las direcciones de Informática, de Tecnología y Seguridad y de Sistemas del ministerio del Interior. También intervinieron dos inspectoras del Instituto Nacional de Medicamentos (Iname) y la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat). Tomó intervención el juez en lo penal económico Ezequiel Berón de Estrada. La embajada retiró del aeropuerto a su personal jerárquico y se negó a consentir la apertura de la valija. Luego de un día completo de tira y afloje, Timerman informó que usaría sus facultades legales para abrirla. Lo acompañaba la oficial principal Patricia Adrianma Rodríguez Muiños, de la sección Importaciones de la Policía Federal, a la que estaba dirigida la carga. Al comprobar la decisión oficial de proseguir, y vencido el plazo final de una hora que fijó Timerman, la embajada pidió diez minutos de prórroga hasta el arribo a Ezeiza de la jefa de prensa, Shannon Bell Farrell. Tanto ella como el agregado Stephen Knute Kleppe dijeron que no tenían la clave del candado, por lo que Timerman dispuso que la Aduana lo cortara con un alicate. Cuando ello ocurrió, en la tarde del viernes, aparecieron equipos de transmisión, mochilas militares, medicamentos que según los funcionarios estaban vencidos, pen drives, sobre cuyo contenido deberán dictaminar los expertos, y drogas estupefacientes y narcóticas y estimulantes del sistema nervioso. Entre el material había tres aparatos encriptadores para comunicación. Dentro de la valija secreta también apareció un sobre supersecreto, de tela verde. Como el personal de la embajada dijo que no tenía la llave del sobre, también fue abierto por medios expeditivos. En su interior se hallaron dos pen drives rotulados “Secreto”, una llave I2 de software para información; un disco rígido también marcado como “Secreto”. Códigos de comunicaciones encriptadas y un gracioso folleto traducido a quince idiomas, con el texto: “Soy un soldado de los Estados Unidos. Por favor, informe a mi embajada que he sido arrestado por país”. Ninguno de esos materiales coincide con las especificaciones que la embajada envió a la Cancillería sobre la índole del curso que debía impartirse para el rescate de rehenes. Luego de presenciar esos hallazgos, los funcionarios de la embajada decidieron retirarse, pese al pedido oficial para que permanecieran allí, y no firmaron el acta. El jueves el coronel Alcott dijo que no sabía que algo similar hubiera sucedido en ningún lugar del mundo. Las armas y la valija no declarada fueron requisadas y mañana lunes 14 continuará la verificación de su contenido. Por ejemplo, los antibióticos, antihistamínicos, complejos vitamínicos, protectores solares y hormonas hallados, estarían vencidos según la información de sus envases. Pero el gobierno quiere verificar si se trata de los medicamentos que dicen los envases y si es cierto que están vencidos. El resto del material, que coincidía con la declaración previa fue transportado en un flete de la embajada hasta la sede de la Policía Montada en la calle Cavia. Al cierre de este artículo fuentes de la embajada dijeron que en Washington se estaba preparando un documento con la posición oficial y que consideraban que el entrenamiento sería suspendido. El Departamento de Estado citó al embajador argentino Alfredo Chiaradía y le expresó su “sorpresa” por el procedimiento ya que “Estados Unidos desea mantener relaciones amistosas con la Argentina”. Curiosa forma de lograrlo. Cualquier argentino, civil o militar, que intentara ingresar armas y drogas no declaradas a los Estados Unidos iría preso en forma inmediata.

La vacuna contra el cáncer de útero va a ser gratuita

La Presidenta lo informó en el lanzamiento del Instituto de Enfermedades Tropicales. "Es un flagelo que ataca a las mujeres y provoca 2000 muertes por año", señaló en el auditorio de la Academia Nacional de Medicina. Y dijo que busca "que la salud no sea un privilegio de los que tienen plata, sino de todos".

La presidenta Cristina Fernández destacó "la importancia de la puesta en marcha" del Instituto Nacional de Medicina Tropical al tiempo que anunció la inclusión de la vacuna contra el papiloma humano dentro del sistema de vacunación gratuito que lleva adelante el Ministerio de Salud de la Nación. 
"Este es un flagelo que ataca a las mujeres y que provoca dos mil muertes por año. Es la segunda causa de muerte por cáncer, la del cuello uterino", explicó la mandataria. A su vez, dijo que desde ahora "la vacuna contra el cáncer de útero formará parte del Plan de vacunación oficial" del país. "Así buscamos que la salud no sea un privilegio de los que tienen plata, sino de todos", agregó. 
Durante la presentación del programa, la presidenta remarcó tambien el valor de "integrar la actividad científica con la gestión de gobierno". El Instituto de Nacional de Enfermedades Tropicales de la Argentina estará ubicado en la zona de la triple frontera, en Puerto Iguazú. A su vez, tendrá como objetivo coordinarar la planificación y desarrollo de las estrategias de prevención y control de las enfermedades tropicales y subtropicales.
"Va a cumplir tres tareas fundamentales", señaló Cristina. "Formación y capacitación de recursos humanos en enfermedades como mal de chagas, dengue o la lepra, investigación y asistencia", comentó. 
La ceremonia se realizó en el auditorio de la Academia Nacional de Medicina, en La Heras y Coronel Díaz, con la presencia del ministro de Salud, Juan Manzur; el director general del Instituto de Medicina Tropical "Pedro Kourí" de Cuba, Gustavo Flores Kourí, y autoridades sanitarias nacionales y provinciales.

Canales abiertos podrán transmitir eventos deportivos que hoy se ven sólo por cable

El Consejo Federal de Comunicación dio a conocer cuáles serán esos contenidos

A partir del próximo semestre todos los canales abiertos del país podrán transmitir acontecimientos deportivos más allá de que los derechos de televisación estén en manos de señales de cable. Así, poco a poco, la exclusividad comenzará a desaparecer de la pantalla chica. Según se informó desde el Consejo Federal de Comunicación, con la definición del listado de eventos deportivos declarados de interés general, se ha dado un gran paso para que los televidentes puedan acceder a un amplio abanico de competencias deportivas de manera gratuita.
La iniciativa es la puesta en práctica del artículo 77 de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual que establece que se garantice "el derecho al acceso universal -a través de los servicios de comunicación audiovisual- a los contenidos informativos de interés relevante y de acontecimientos deportivos, de encuentros futbolísticos u otro género o especialidad".
Vale recordar que el Consejo Federal de Comunicación Audiovisual el jueves pasado definió la lista de acontecimientos de interés general que podrán verse gratuitamente por televisión abierta (Ver infografía). La nómina, aprobada por 20 votos positivos, 1 negativo y ninguna abstención, incluye un total de 11 puntos con eventos relevantes para el segundo semestre del corriente año.
"La definición de estos acontecimientos se basó en los aportes surgidos de la audiencia pública desarrollada una semana antes entre los representantes de las provincias, radios y canales de televisión, trabajadores de prensa, universidades, pueblos originarios, entre otras organizaciones", indicaron desde la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual.
Por su parte, Osvaldo Da Costa, miembro del Consejo Federal de Comunicación señaló a Diagonales que "se definieron los eventos deportivos que se consideran de interés público para el segundo semestre de este año. Eso significa que este tipo de eventos pueden ser solicitados por la televisión aérea para ser transmitidos por algún canal abierto en cualquier punto del país mediante dos mecanismos: el primero es una especie de subasta y el segundo es que un canal abierto se comprometa a tomar la señal sin pagar nada pero obligado a mantener la publicidad y las características del canal de origen"
Para ejemplificar, el consejero puntualizó: "Si los dos canales abiertos de Rosario o los tres de Córdoba quieren transmitir la Libertadores o la final del Mundial de Clubes, se presentan a subasta ante los dueños de los derechos directamente".
"Con la segunda opción los canales abiertos pueden solicitar el evento pero no pueden poner un aviso ni siquiera de un segundo. En ese caso no deben pagar nada", puntualizó Da Costa. 
A partir de la aplicación de este artículo de la Ley, el primer paso siempre es llamar a subasta en donde se negocia con los dueños de los derechos. En el caso que estos no quieran subastar el acontecimiento a transmitir, se verán obligados, de todos modos, a otorgar los contenidos de la transmisión como lo indica la segunda instancia comentada por Da Costa.
"Estamos convencidos, y por eso hemos avanzado con los eventos deportivos y no con todavía los eventos culturales, que no va a haber mayores inconvenientes porque ya hay principio de acuerdo para que no haya inconvenientes", aseguró el consejero.
Uno de las ideas que en algún momento se había planteado era que los dueños de los derechos, al no tener exclusividad, perderían dinero con lo cual se vislumbraba algún tipo de conflicto, pero Da Costa descartó esa posibilidad al explicar que "en realidad, si se piensa detenidamente, lo que se hace es potenciar el negocio de los dueños de los derechos". Según se puntualizó, por ejemplo, la cadena Fox mantendría su negocio económico al no perder los espacios publicitarios ya vendidos y, a la vez, tendría la posibilidad de vender los derechos de transmisión a una señal abierta con lo cual recibiría aún más dinero. Por su parte, el canal abierto, si compra los derechos, podría vender su publicidad para, de esta manera, amortizar los gastos que le ocasionó la compra de los derechos.
Desde el Consejo Federal de Comunicación indicaron que se reunirán cada seis meses para definir cuáles son los contenidos considerados de interés público. "Cada seis meses el Consejo Federal va a convocar a audiencia pública para definir los eventos de interés general para los seis meses siguientes".
Vale recordar que el Consejo está compuesto por 38 miembros entre los cuales de encuentran representantes de cada provincia -falta que se definan los representantes de Corrientes, Catamarca, Ciudad de Buenos Aires y San Luis- y 14 de otras entidades como las universidades, sectores privados, emisoras sin fines de lucro, de gremios, comunidades aborígenes y de Sadaic, entre otros.
Al referirse a la importancia de la iniciativa, Da Costa señaló que "es fundamental para la gente del interior porque hay muchísimos eventos deportivos en los que tenían representación pero no había forma de que pudieran acceder a través de la televisión abierta. Ha habido equipos del interior que han jugado finales del Torneo Argentino A o B o del Nacional B y no han tenido chance de verlo por televisión abierta". 
Por otra parte el miembro del Consejo Federal de Comunicación manifestó que en el caso de que un cable tenga los derechos de transmisión de un evento deportivo declarado de interés público por parte del Consejo Federal de Comunicación, y decida no transmitirlo, de todas maneras el canal de cable local está habilitado para solicitar el permiso a través de los mecanismos planteados en la ley ya antes mencionados. "En primer lugar tienen que pedir que los transmitan y si no lo transmiten tienen la posibilidad de solicitarlo a través de la subasta, por ejemplo. Si la señal de cable no garantiza la transmisión, el canal abierto puede solicitar los derechos haciéndose cargo de toda la producción, que puede amortizar vendiendo publicidad".
"Acá lo importante es que lo que se trata de garantizar es que todo el mundo tenga derecho de acceder gratuitamente a este tipo de espectáculos de interés general. El objetivo es que el público pueda ver gratuitamente este tipo de acontecimientos", indicó Da Costa.